Circular del director general de Instituciones Penitenciarias para mejorar la vida carcelaria

El director general de Instituciones Penitenciarias, Juan José Martínez Zato, ha enviado una circular a los directores de las cárceles, en la que, junto a algunas recomendaciones de contenido moral a los internos y funcionarios, llama la atención de ambos colectivos sobre la necesidad de aplicar la reforma penitenciaria, evitar la explotación y los abusos de unos presos sobre otros, cuidar la asistencia sanitaria y la alimentación y realizar con gran frecuencia los registros y cacheos, "que deberán respetar siempre la dignidad humana".Al hablar del tráfico e introducción de drogas en las cárceles, la circular advierte que "no menos rigor ha de observarse, sino todo lo contrario", si lo realizan personas de alguno de los cuerpos de funcionarios. El texto termina deseando "paz, luz y esperanza en el interior de los establecimientos penitenciarios".

La primera circular del director general a los directores de las cárceles dice que la interpretación y aplicación de las normas vigentes en cada momento en el interior de los establecimientos penitenciarios deben estar "presididas siempre por el principio de legalidad, con criterios de flexibilidad que no pongan nunca en peligro el mantenimiento del orden y de la disciplina. Ello dependerá más de nosotros mismos", opina Juan José Martínez Zato, "que de una dotación presupuestaria, aunque no sea ésta nunca desdeñable".

Prebendas a algunos internos

El director general reconoce la existencia de prebendas o primas a algunos internos, al encargarles determinados servicios, como economatos, duchas, lavanderías o peluquerías, por los que cobran precios superiores a los fijados en los economatos o, simplemente, perciben dinero por dejarlos utilizar. La circular conjidera "imprescindible valorar con sumo cuidado los criterios de selección que conducen a encargar a ciertos internos" estos servicios y proceder al relevo inmediato de quienes estuvieren al frente de los mismos tan pronto se tenga noticia de ello, "tras las investigaciones oportunas, de oficio o por denuncia de otros internos", y sin perjuicio de que las juntas de régimen adopten las medidas disciplinarias pertinentes.

"Deberá cumplirse a rajatabla", dice el director general, "lo dispuesto en el artículo 384 del Reglamento, exhibiéndose a la población reclusa una lista, actualizada mensualmente, de los precios a que el economato vende sus artículos, facilitándose copia a los jefes de servicio y exponiéndose otra, y bien visible, en los locutorios, para conocimiento de los visitantes".

Denuncias sobre asistencia sanitaria

La dirección de Instituciones Penitenciarias reconoce que recibe numerosas protestas relacionadas con la asistencia sanitaria en las cárceles, y pide a los directores de los centros que cumplan estrictamente el reglamento en este punto, sin perjuicio de comprobaciones oportunas sobre la veracidad de las denuncias.

La Dirección General establece que se compruebe la presencia diaria de médicos y ayudantes técnicos sanitarios en los centros, "con un cumplimiento razonable en cuanto a horario se refiere", porque "no menor importancia que el velar por la integridad física de los internos y su dignidad representa la de la sanidad de los mismos desde su ingreso", y añade que "habrá de procurarse que el médico reconozca al detenido o preso incomunicado, una vez levantada la incomunicación, en la forma prevista en la ley".

La circular de Martínez Zato pide también que se estudie detenidamente la aplicación de las medidas de régimen especial o de aislamiento a los internos calificados como peligrosos en extremo o para casos de inadaptación al régimen ordinario y abierto, y que se revisen periódicamente las situaciones para comprobar si han desaparecido o disminuido las razones o circunstancias que determinaron su ingreso en el centro de régimen cerrado o departamento especial.

Tras establecer que "a los internos en celda de aislamiento no se les podrá privar, en ningún, momento, de colchón ni de ningún otro utensilio u objetos de uso personal", el director general explica que todas estas medidas van encaminadas a mejorar la situación de los internos en las cárceles, y recomienda a estos un "buen y correcto comportamiento" y que procuren "guardar respeto hacia los demás, que es la mejor forma de respetarse a sí mismos".