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Fuertes contradicciones en el comportamiento de la Bolsa de Nueva York

Esta semana se ha producido en el mercado monetario de EE UU y en sus bolsas de valores un fenómeno capaz de confundir a los expertos: mientras los grupos bancarios de primera línea bajaban sus tipos de interés, entraban en declive los fondos federales (tipo de interés interbancario), y, en consecuencia, el dólar experimentaba un marcado retroceso, los valores industriales iniciaban un proceso bajista, contraviniendo las normas más elementales de lógica financiera.El índice que refleja la evolución de los precios de los principales valores industriales que se negocian en el mercado neoyorquino, el Dow Jones, que el pasado miércoles 22 había rebasado el nivel psicológico de los 1.100 puntos, el jueves 13 retrocedía hasta los 1.073,95. Al día siguiente, ocurría lo contrario: el dólar entraba en franca recuperación, y también, en contradicción, los valores industriales incrementaban sus precios, situándose el Dow Jones en 1.083,98 puntos. A esta circunstancia hay que añadir el hecho de que cuando la divisa norteamericana ganaba posiciones se daba casi por segura e inminente la tan traída y llevada reducción de la tasa de descuento.

Tenía que haber una razón que explicara ese conjunto de circunstancias ilógicas, puesto que en el campo de la economía, y sobre todo en mercados tan especializados como es el norteamericano, las reacciones en contra de las normas elementales de actuación son casi inconcebibles. Tenía que haber un motivo, y en su búsqueda, los expertos llegaron a la conclusión de que éste estaba en Europa: el Banco Central de los Países Bajos reducía el jueves 13 los principales tipos oficiales de interés, y el viernes ponía la call money rate en el 4,25% (antes estaba situada en el 5,25%), en línea con aquella reducción. Las previsiones comenzaron a apuntar la posibilidad de que en los primeros días de la semana próxima el ejemplo sea seguido por el Bundesbank (banco central alemán) con los tipos de interés del marco alemán, y hay que suponer que también lo sea por la mayor parte de los demás bancos centrales del continente europeo. Con esto se produciría un movimiento genérico a la baja en los tipos de interés de las divisas más significativas englobadas en el sistema monetario europeo. Al parecer, se va configurando en el Viejo Continente una táctica monetaria de defensa que tiende a preservar sus balanzas comerciales del impacto que en ellas pudiera causar la puesta en juego por la Reserva Federal norteamericana de una baja intencionada en los tipos de interés del dólar.

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