Andorra la Vella, entre la desilusión y el consuelo
Trescientos cincuenta millones de pesetas del segundo premio de la lotería del Niño han ido a parar a los empleados -en su mayor parte españoles- del establecimiento andorrano más afectado por las inundaciones del pasado mes de noiáembre. Un buen premio, aunque menor que el gordo, que por una confusión se creyó en principio que había correspondido al principado. Así, en Andorra la Vella se pasó en pocos minutos de la desilusión al saber que el gordo había ido a Teruel al consuelo por el premío.
"Ha sido un acto de justicia después del desastre cuando las aguas del río Valira alcanzaron la planta baja del supermercado", explicó un empleado del establecimiento a este periódico. Las tres series del número premiado, el 30.624, no fueron compradas en Andorra, país en el que no existe ni lotería ni administraciones de los sorteos españoles, sino en Lérida.
Los trescientos millones,han quedado repartidos entre unos sesenta empleados de Hiperandorra, gran supermercado situado en el comienzo de Les Escaldes. "El Hiperandorra ha sido el establecimiento más dañado por las inundaciones. Las aguas lo destrozaron todo y sólo quedaron las columnas", explicó una empleada. "Después de casi mes y medio de tenerlo cerrado, abrimos el Hiper dos días antes de Navidad". La catástrofe afectó también profundamente a los 130 trabajadores del supermercado. Algunos se han quedado sin empleo y, sólo si vuelven a España, podrán cobrar el seguro de paro, ya que en el Principado no existe dicho subsidio. "Recogimos el dinero entre los que trabajamos aquí, aunque no todos quisieron participar y ahora se han quedado sin premio. Un chófer que baja a menudo a Lérida por su oficio de transportista nos compró las tres series del 30.624. Está todo el mundo muy alterado y contento. Todavía no nos lo creemos. Sobre todo, nos parece un milagro que haya ocurrido después de la riada". La noticia no llegó al Hiperandorra. hasta las primeras horas de la tarde, justo en el momento en que el establecimiento iba a abrir sus puertas al público.
El chófer andorrano compró las series en la administración número 8 de Lérida, propiedad de Felisa Manuel, y que ya el pasado mes de noviembre había repartido un premio de cuatro millones. Los décimos de la cuarta serie vendidos en esta administración han quedado repartidos a distintos compradores. Así, un albañil, Josep María Roca, que trabaja en las obras de reparación de una calle contigua a la administración, compró dos décimos y le han tocado veinte millones de pesetas. Josep María Roca, soltero y vecino de Les Borges Blanques, piensa dedicar parte de este dinero a construirse una casa y después va a casarse. En las comarcas de Lérida se veiidieron décimos para el sorteo del niño por un valor de veintidós millones de pesetas. En el sorteo de Navidad veinticinco millones fueron a parar a una tocinería de Algüaire en donde se repartieron entre empleados y clientes.
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