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Baloncesto

El Inmobanco le estropeó al Madrid su torneo

Luis Gómez

El Inmobanco frustró la fiesta navideña que se preparó el Real Madrid en su pabellón. Lo hizo con intensidad, coraje e inteligencia, virtudes estas que no tuvo el cuadro madridista, que fracasó abrumadoramente. 98-94 señaló el marcador al final, triunfo muy meritorio, con ribetes de epopeya del Inmobanco por cuanto además soportó con valor la responsabilidad de ir por delante en el marcador durante todo el encuentro. Indio Díaz y Del Corral salieron de la cancha como héroes. El Real Madrid comenzó a fracasar por los rebotes y, al final, fue incluso incapaz de aprovechar la salida de tres titulares del cuadro rival. La victoria del más débil resultó emotiva y ha rentabilizado en algo un trofeo navideño que se presumía aburrido.Fue un exitazo el encuentro que realizaron Indio Díaz y Del Corral, quienes cargaron en todo momento con la responsabilidad de perforar el aro madridista con tal constancia en algunos momentos, que su porcentaje de efectividad resultó casi perfecto. No hubo quien los parase o Lolo Sáinz no supo imaginar la solución.

Pero, lo cierto es que, a parte de estas dos individualidades, el Real Madrid comenzó a derrumbarse por los rebotes, tanto defensivos como ofensivos, que estuvieron siempre en manos del equipo contrario. Romay y Fernando Martín actuaron tan despistados que los balones más que, pasar resbalaban por sus manos. Galvin y Beltrán dominaron los tableros con enorme eficacia. Luego, los citados Indio Díaz y Del Corral se encargaron de apuntarse, y hasta repartirse los tantos. Finalmente, Vicente Gil puso la guinda con su movilidad y su liderazgo.

Ya en los primeros seis minutos, el conjunto que dirige Pinedo alcanzó un 16-10 favorable que el público recibió con ciertos aplausos, porque los más forofos pensaban que la venganza madridista sena cruel. Sin embargo, no hubo tal. A pesar de que Martín funcionaba en ataque y de que el conjunto madridista se acercaba a dos y tres puntos de su rival, el Inmobanco mantenía el tipo. Brabender no hacía daño, parecía dormido y Dalipagic y Delibasic encestaban con alguna frecuencia pero no prestaban apoyo defensivo.

La intensidad, la emoción y hasta el drama ocuparon amplias escenas de la segunda parte. Intensidad porque el Madrid no pudo dar la vuelta al marcador cuando lo intentó, emoción porque el tiempo se acababa y drama cuando el Inmobanco comenzó a ser trágicamente castigado por faltas personales. Hubo momentos en que el Madrid se colocó a un solo punto, pero Indio Díaz y Del Corral, otra vez espléndidos, daban aliento a sus compañeros con canastas acertadas. Fernando Martin quedé anulado por Beltrán y solo Rullan , en disparos a media distancia, mantenía vivo el marcador de su equipo.

A falta de siete minutos empezó el drama. Indio Díaz fue apartado de la cancha con cinco personales. Treinta segundos antes, se había ido el norteamericano Galvin, excelente en rebote, y medio minuto después, Beltrán. Tres titulares en el banquillo y el público pidiendo una muerte súbita para los torturadores del Inmobanco. Sin embargo, Rullán y Romay salen también de la cancha. Dos minutos finales de gran emoción, pero justa y ética victoria final del Inmobanco.

Fácil para el Marlboro

Poco vistoso fue, en contraste, el partido que disputaron Malboro y Tenis Club, con victoria esperada de los estadounidenses por 91-78, 48-36 en el descanso. Con más discreción que espectacularidad, norteamericanos y brasileños se limitaron a entretener, respetando las diferencias entre ambos equipos. Es decir, que emoción en el marcador nunca hubo porque el Malboro adquirió pronto doce puntos de diferencia. Los americanos mostraron poca conjunción, porque son un equipo de retales.

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