La unidad sindical
En los primeros días de diciembre, a través de unas declaraciones de Marcelino Camacho sobre la unidad sindical, que han tenido bastante eco en EL PAIS, se ha dado oportunidad para que hubiese múltiples opiniones sobre si era el momento o no de plantear dicha unidad, en diciembre de 1982.Nuestra sorpresa es que surjan posiciones y matices, pero ninguna opinión ni matiz da más luz que las propias declaraciones de Marcelino Camacho cuando opina en dar hoy pasos hacia la unidad.
Es obvio que Marcelino Camacho conoce los resultados de las elecciones legislativas del 28-O, quién ha ganado, lo que representan en el país CC OO y UGT y el agravamiento de la crisis económica.
Lo más curioso de todo es que sorprenda que Marcelino Camacho, como secretario general de CC OO, hable de unidad sindical. ¿Cómo no va a hablar?, si es una de las esencias del sindicalismo de CC OO?, y no es demagogia, como dicen otras opiniones, ya que es demagogia cuando no se practica lo que se dice, pero ese no es el caso de CC OO ni de Marcelino Camacho.
Las últimas declaraciones de Marcelino Camacho se inscriben en la trayectoria de CC OO, antes y después de salir de la dictadura. Por eso no deberían sorprender a nadie, ni intra ni extramuros, del sindicato de CC OO.
Sobre la base de que ningún trabajador ni centrales sindicales lo tenemos fácil, y mucho menos los más comprometidos con los trabajadores, hablar de unidad sindical ni es demagogia, ni es electoralismo; es ser, sencillamente, objetivos con un proyecto no olvidado por los asalariados (vayamos sentando las bases), ya que para unir siempre hace buen tiempo. / y veintiuna firmas más.
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