El PCE celebrará su congreso extraordinario a finales de 1983
El secretario general del Partido Comunista de España, Gerardo Iglesias, reconoció ayer que "tienen profundas razones quienes solicitan un congreso extraordinario del partido, tras la derrota electoral seria y la dimisión del secretario general", pero añadió que "la opinión más generalizada en el PCE" es que el congreso extraordinario se celebre "a finales de 1983", porque "no sólo importa qué hacer, sino también cómo hacer las cosas y si fuéramos a un congreso precipitadamente podría salir el partido con unas insatisfacciones colectivas como en el X congreso y los problemas agravarse más".La conferencia nacional del PCE, que se celebrará este fin de semana, presidida por Enrique Curiel, que fue elegido en la reunión del ejecutivo de ayer, estudiará estos temas y otros de cambio interno. Para el primer dirigente del PCE, el partido tiene una "tarea política ineludible" a la que atender en primer lugar, que son las elecciones municipales. Después, "he hecho un calendario para iniciar debates en el seno del partido que permitan que el XI congreso sea un paso importante para sentar nuevas bases". Sólo dos temas podrían anticiparse a la consideración de los comunistas antes de las elecciones locales: la política sindical y económica del PCE y la política cultural. Igualmente, antes de las municipales podrían producirse cambios de personas y de estrategia.
Pasados los comicios locales, el PC seguirá debatiendo temas relativos a la política de organización, movimientos sociales y relaciones internacionales. El secretario general comunista insistió en la necesidad de prestar especial atención al frente cultural dentro del partido y de ocuparse de los movimientos feministas, juveniles, por la paz, ecologistas y de distinta índole "haciendo un mayor esfuerzo para insertarse en el tejido social y acercarse a los distintos movimientos sobre la base de una redefinición nueva que entienda que no hay que instrumentalizarlos, sino que tienen una dinámica propia".
No fueron éstos los únicos puntos de autocrítica del informe del secretario general del PCE, aunque este "distanciamiento del tejido social" sea considerado como el más grave. El partido ha tenido también "errores internos", que Iglesias no especificó, pero que contribuyeron, junto con los anteriores, a la derrota electoral del 28 de octubre. En este campo -el análisis de los resultados obtenidos por el PCE en los últimos comicios-, el informe de Iglesias hablaba de causas de carácter internacional, como las dificultades del eurocomunismo y el auge de la socialdernocracia en Europa, y otras de orden interno, como la forma de producirse la transición en España. En medio de esta situación, -destacó el dirigente comunista, "se produjo la convergencia táctica entre Alianza Popular y el PSOE hacia la bipolaridad".
En el Partido Comunista de España "falta homogeneidad interna y hay una incomunicación notable entre la dirección y el resto del partido", dijo también Gerardo Iglesias, al hablar de los problemas del PCE. "Hace falta corregir esto y adecuar el funcionamiento de esos órganos de dirección". Iglesias anunció su propósito de que se intensifique la formación política de los cuadros y se intente una mejor combinación del trabajo institucional con el movimiento de masas, "porque hemos estado demasiado pendientes sólo del trabajo institucional".
Gerardo Iglesias se mostró partidario de la integración en el partido de quienes se fueron "no por los acuerdos del X congreso, sino por un cúmulo de situaciones difíciles que les estimuló a alejarse" y, tras anunciar el inicio de una campaña de afiliación, dijo que sólo establecían límites para la inserción en el partido a quienes no aceptaban el punto de partida marxista del mismo. Asimismo, reafirmó la vigencia del eurocomunismo, "que no es una vía intermedia entre los partidos comunistas clásicos y la socialdemocracia".
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