En busca del centro perdido

Quinientos representantes de la UCD, casi deshecha tras los pasados resultados electorales, están reunidos en Madrid a la búsqueda del centro perdido. ( ... )Las ramificaciones, escisiones y profundas disidencias han convertido a UCD en un extraño fenómeno inclasificable en los esquemas políticos al uso.

Unión del Centro Democrático fue un autobús en marcha, al que fueron subiendo familias con sus respectivas ideologías, y un puzzle estuvo encajado mientras actuó como aglutinante el poder, después vino la diáspora y la travesía del desierto.

En la recta final de las últimas elecciones cuando la catástrofe de la derrota electoral estaba prácticamente cantada, Landelino Lavilla salió a las calles y a las plazas públicas en una especie de canto del cisne. Una vez más se ha demostrado que sólo los mítines y los gritos no arrastran votos si no van acompañados de una mínima coherencia y UCD, realmente, entre los poquísimos elementos con los que contaba, la coherencia brillaba por su ausencia.

¿Qué va a pasar ahora? Desde el sector empresarial y desde otras parcelas políticas, no situadas ni en el PSOE ni en la derecha de AP, se han alzado voces solicitando la necesidad de un centro político. (...)

Desde el primer momento de este congreso de UCD los democristianos y los azules se han situado en una especie de ring en el que unos desean noquear a los contrarios. Triste espectáculo. Los azules rechazan los planteamientos de los democristianos y a la inversa. Ambos parece que no desean la pacífica conciliación sino la ruptura. Otra alternativa sería la transformación de los centristas en una federación de partidos de centro. (...)

Entre el eje de coordenadas PSOE-AP existe un espacio para el centro. Pero, por supuesto, no es el centro que cristaliza en los actuales doce diputados.

12 de diciembre