Víctor Monge, 'Serranito':"La guitarra flamenca se aproxima a la música sinfónica"

El teatro Real de Madrid abre sus puertas nuevamente al flamenco. Hecho excepcional, pues antes de ahora se dio solamente dos o tres veces. La ocasión, la propia Cruz Roja Española, y el artista elegido es el guitarrista Víctor Monge, Serranito. Un programa en dos partes claramente diferenciadas: la primera, exclusivamente de guitarras, bien Víctor solo o secundado por sus tres acompañantes habituales; en la segunda, con acompañamiento de orquesta sinfónica, experiencia que por primera vez afronta Serranito, "lo que me tiene un poco nervioso". El concierto comenzará a las diez de la noche.

Todas son composiciones del propio tocaor y de factura flamenca, aunque es obvio que las que integran la segunda parte tienen un matiz más próximo a la música culta. "No, el toque en concierto no pierde espontaneidad", afirma el guitarrista."Yo monto a mis acompañantes una base de bulerías, por ejemplo, y sobre eso improviso todo lo que quiero" ¿Cómo es factible la colaboración con la orquesta sinfónica? "Bueno, doy la música, las ideas; lo que no hago es escribir las partes de cada instrumento, porque eso no lo sé hacer". Componer no es difícil para Víctor Monge Serranito. Se lo da la propia sensibilidad, su entrañamiento con el arte para el que vive. "Si yo, cuando practico, cuando estudio, pusiera un grabador con el micrófono abierto y me olvidara de que está ahí, sacararía cada día quínce minutos de música. Claro que queda, en el subconsciente queda, y sale cuando trato de componer algo nuevo".

Porque este hombre de cuarenta años de edad y casi treinta de carrera, que es uno de los tres o cuatro nombres punteros de la guitarra flamenca actual, declara humildemente que le falta aprenderlo todo. Nació en Madrid, pero es andaluz de vocación. Payo, sin ningún antecedente familiar en el arte flamenco. En él dejaron huella algunos de los más grandes maestros de la guitarra flamenca. Ramón Montoya, Sabicas, Niño Ricardo.

Cuando se le pregunta si en el toque ha habido una mayor influencia gitana o paya, se pronuncia por el equilibrio. "Los gitanos han brillado más en los toques o compás, por bulerías, por tangos por soleares. Pero en los toques libres el predominio ha sido de los no gitanos. Ahora mismo creo que los payos tenemos una mayor significación. Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y yo no somos gitanos" Pero no olvida a Enrique de Melchor, gitano, de quien le gusta mucho lo que está haciendo.

¿Toque para acompañar, toque en concierto? Algunos puristas del flamenco dicen que el verdadero tocaor flamenco debe mantener una absoluta servidumbre a la misión de acompañante, sin más escarceos. "Bueno, sí, eso cuando acompaña. ¿Pero por qué el tocaor no puede hacer sus cosas solo?" Y el duende en la guitarra.

Serranito dice que el duende es el arte, es lo que define el toque flamenco. "Yo me pongo a tocar por soleares y nunca sé lo que va a salir". Claro, hay un nivel técnico, con el que el profesional cubre la papeleta cuando el duende no llega, pero si esto ocurre siempre falta algo, falta algo.

Evolución impresionante

Le pedimos un diagnóstico sobre el momento actual de la guitarra flamenca. "Formidable, es formidable. Increible. Yo estuve el año pasado en Jerez y oí a chicos muy jóvenes, que no es que tocaran, es que se comían la guitarra. Chicos que a nosotros, que cuando comenzábarnos parecíamos muy avanzados a los viejos maestros, nos parecen ahora avanzados. La guitarra flamenca ha evolucionado de manera impresionante".Si los grandes del pasado levantaran la cabeza, los Patiño, los Molina, los Montoya, ellos que hacían un toque mucho más primitívo, y oyeran a estos jóvenes maestros de hoy... "se asustarían. Pero pienso que lo entenderían, porque eran hombres de una sensibilidad exquisita; por eso fueron grandes artistas".