Fuerte oposición al cierre de instalaciones de Ensidesa previsto para enero de 1983

El Consejo de Administración de Ensidesa tomó ya el acuerdo de parar, a partir de enero, el tren de chapa gruesa de Avilés y de reducir en un 25% la producción del tren de estructurales de Verina (Gijón). Los representantes de la comunidad autónoma en el consejo se opusieron a esta medida, decidida por la dirección de la empresa siderúrgica.

José Manuel Suárez, uno de los representantes de la comunidad autónoma en el Consejo de Administración de Ensidesa y dirigente de UGT, criticó ayer severamente la adopción de este tipo de medidas por parte de un equipo directivo que, en su opinión, debe ser sustituido próximamente. Por su parte, los sindicatos se oponen a soluciones coyunturales, que en vez de resolver los problemas de la empresa arriesgan su futuro. Concretamente, CC OO acordó condicionar el cierre temporal de instalaciones al inicio de las obras de la nueva acería con coladas continuas de Avilés, que reduciría los costes de producción en 11.000 millones de pesetas anuales. La dirección de Ensidesa acordó aplicar, entre enero y septiembre del próximo año, un plan de reducción drástica en la fabricación de varios productos. Con este plan, Ensidesa rebajará su producción de acero en 282.000 toneladas, de un total de 4,7 millones de toneladas producidas este año.

La caída de los mercados nacionales de chapa gruesa, motivada por el descenso de producción en Astilleros y las crecientes dificultades para vender en el exterior las vigas estructurales, fueron los argumentos utilizados por Luis Rodríguez Castella, presidente de Ensidesa, para justificar las paradas. La cartera de pedidos de chapa gruesa en Ensidesa es, en lo que va de año, casi cuatro veces inferior a la capacidad de producción de la empresa, y en estructurales, la demanda se aproxima a la mitad de producción posible.