Primeras reservas de la banca a los objetivos económicos del Gobierno socialista
El objetivo de limitar el crecimiento de las disponibilidades líquidas monetarias al 13% durante el próximo año, expresado por el presidente del Gobierno, Felipe González, en su discurso de investidura, será muy difícil de mantener, aunque por sí solo es el objetivo más deseable, según opina el presidente de la Asociación de Banca Privada (AEB), Rafael Termes, en una carta de circulación interna dirigida a las entidades asociadas. Rafael Termes, que públicamente no ha querido enjuiciar por ahora el programa gubernamental, hace una advertencia a los destinatarios de su carta para que tomen nota de las previsibles dificultades con las que puede tropezar el Gabinete a la hora de sostener la política monetaria que se dibuja para 1983.
La carta de Termes, que lleva fecha del pasado miércoles, precisamente el mismo día que Felipe González comenzó en el Congreso su discurso de investidura, tiene por objetivo prioritario comentar el reciente informe del Servicio de Estudios del Banco de España y las "conclusiones y perspectivas" del mismo. Pero la coincidencia del mensaje presidencial con su misiva fuerza, en un momento, al presidente de la AEB a realizar comentarios adicionales, que indirectamente se refieren a los objetivos macroeconómicos expresados por el presidente González en su intervención parlamentaria.La tesis que se deduce de la carta interna de Rafael Termes es, en esencia, la siguiente: los objetivos del programa sugerido por el presidente González, en su discurso de investidura, coinciden con los del reciente informe sobre la economía española presentado por el Banco de España, que, a su juicio, y en el peor de los casos, puede de generar en un déficit público de 1,3 billones de pesetas, una inflación (medida en el deflactor del PIB) del 13,5%, un incremento de las disponibilidades líquidas del 15,6%, una pérdida de divisas en torno a los 2.800 millones de dólares y un cambio del dólar de 155 pesetas a finales de año.
El presidente de la AEB califica este ejercicio como el más previsible, aunque también lo considera como el más indeseable, y aduce que, por lo menos, tendrá un resultado inmediato en la reducción de las tensiones sobre los tipos de interés, consecuencia de la política monetaria más laxa contemplada en el capítulo de conclusiones del informe de referencia. En este supuesto, dice Termes, "la financiación del sistema crediticio al sector privado crecería al ritmo de un punto y medio por encima de la inflación en vez de crecer a dos puntos por encima de ella", que es el objetivo en el supuesto de una política monetaria más estricta.
Según Termes, el informe económico del Banco de España contempla tres hipótesis concretas (ver cuadro), a las que se ha añadido una cuarta que va implícita en los comentarios finales del mismo. "Como presupuesto común a las tres hipótesis, el Banco de España supone que el crecimiento real de la economía en 1983 no será superior al 2%; que la tasa de inflación a fijar como objetivo debería ser del 11%; que ello supone una elevación de los salarios, en convenio, del 8% al 9%; que el déficit de la balanza de pagos por cuenta corriente será de unos 2.500 millones de dólares; que el crecimiento de las disponibilidades líquidas congruente con estos supuestos debe ser del orden del 13%; y que la pérdida de reservas en el año será de 1.700 millones de dólares".
Dentro de estas tres hipótesis, la más deseable, pero también la más dificil de alcanzar, en opinión de la AEB, es la primera, de donde se deduce que "el déficit del sector público en 1983 debería crecer sólo un 24% respecto a 1982, frente a un crecimiento estimado del 36% en 1982 respecto a l981". "El déficit de caja del sector público, incluido el crédito oficial, quedaría por tanto cuantificado en unos 960.000 millones de pesetas (...) cuya financiación supondría un aumento de 425.000 millones en el saldo de los Certificados de Regulación Monetaria (CRM) en circulación". Este escenario, aunque "soportable y coherente con las previsiones utilizadas", tiene el inconveniente de que originaría presiones sobre los tipos de interés, ya que forzaría a colocar en el sistema 1,5 billones de pesetas en CRM".
Mayor déficit público
Más congruentes con la realidad que se puede vivir el próximo año considera Termes los escenarios dos y tres, contenidos en el informe del Banco de España, escenarios que, sin embargo, supondrían un mayor incremento del déficit del sector público (hasta del 30,4% en el primer caso y del 36,6% en el segundo) y la colocación de unas cantidades de CRM en el sistema, que "agravaría las dificultades de control monetario y aumentaría la expulsión del sector privado tanto por la vía de una mayor presión sobre los tipos de interés como por la de un mayor racionamiento del crédito"."Como se ve -concluye Termes-, la diferencia que va entre la hipótesis I, que el informe considera como la más optimista, y la hipótesis III, que el informe califica de prácticamente insostenible, es una caída de 320.000 millones en la nueva financiación al sector privado, con un aumento prácticamente paralelo de la colocación de CRM durante el año".
Todo esto ha conducido, finaliza Termes, a la elaboración de la hipótesis IV, la más indeseable, que se basa en la presunción de que Ias crecientes dificultades en la política monetaria generada por los mayores déficit presupuestarios pueden aliviarse elevando el ritmo propuesto como objetivo para el crecimiento de las disponibilidades líquidas, pero esto equivale a disminuir la lucha contra la inflación y contra el desequilibrio del sector exterior, a cambio de una muy modesta reducción del esfuerzo del control monetario".
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