Claves para ver un programa

Los problemas que objetivamente tiene el cine español, a los que hoy se refiere el programa En este país, son de tipo económico. Seguimos viviendo bajo el feudo de unos exhibidores aupados en los privilegios que fueron propios de los años cuarenta; ellos son una de las bases de la tan cacareada crisis. No se ha conseguido aún que exista un auténtico control de taquilla que aclare definitivamente qué recauda cada película, y no se ha logrado, por lo tanto, que esos exhibidores paguen los impuestos correspondientes, que deben repercutir en la claridad financiera del cine.Los sucesivos directores generales no han intentado que los contratos que sufren las películas españolas se adecúen a un mínimo justo. Los alquileres se establecen generalmente en cantidades fijas (y grotescas) que nada tienen que ver con las recaudaciones.

Por 10.000 pesetas puede disponer el dueño de un local de la película española más taquillera, mientras sus ingresos superan en ocasiones el millón semanal. ¿Cómo puede creerse que ello no influye en las características de nuestro cine que, como es fácil de imaginar, sólo puede ser amortizado en España?

Pésima distribución

En ese sentido, la tercera clave de la crisis del cine español hay que entenderla en su pésima distribución internacional. Los organismos del Estado han pecado hasta ahora de la más ostensible torpeza, cuando no de oscuros intereses corruptos. Sin exhibición en el extranjero, las mejores películas españolas se transforman en insólitas joyas, producto únicamente de la perseverancia de suicidas productores y directores.El Estado podría -puede-, además, alentar a esos kamikazes a través de la televisión. En los demás países europeos, esa ayuda mutua no depende de una propuesta única -como aquí, los famosos y excepecionales 1.300 millones de pesetas- sino de una colaboración continuada que permita una previsión sensa,ta y suficiente.

Sin solucionar, al menos, estos cuatro puntos básicos, la crisis del cine español será eterna. O mejor dicho, durará mientras dure el cine español.