La homologación internacional, causa de fricciones ante el congreso de UCD

La comisión de los cinco, que se ha convertido interinamente en el máximo órgano rector de UCD desde el pasado lunes, al hacer dejación de sus funciones el presidente, Landelino Lavilla, el secretariado y el comité ejecutivo, comenzó ayer sus reuniones para preparar el congreso extraordinario del partido, los días 11 y 12 de diciembre. Las discusiones registradas en el encuentro de la ejecutiva del lunes hacen presagiar numerosas dificultades para llegar a un entendimiento ante este congreso.Liberales asistentes a la reunión de la ejecutiva ucedista del lunes, como Joaquín Satrústegui o Soledad Becerril, se mostraron muy disconformes con pasajes del discurso de Lavilla, en especial cuando el hasta el lunes presidente del partido hizo referencia a una homologación con el Partido Popular Europeo. El PPE, con sede en Bruselas y cuya cabeza visible es el belga Leo Tindemans, agrupa a los partidos incluidos en la Unión Europea Democratacristiana, además de algún otro de difícil clasificación, como la Nea Demokratia griega. Los liberales habrían llegado a insinuar incluso un abandono de UCD tras el congreso.

La aproximación al PPE -donde UCD goza ya de un estatuto semejante al de observador- podría, así, convertirse en uno de los temas de fricción del congreso extraordinario, cuya proposición y convocatoria supuso, de acuerdo con todos los medios de UCD, "un acto de valentía por parte de Lavilla". Dentro del ambiente de pesimismo, desconcierto y tensión que reina hoy en UCD, nadie puede asegurar que los quinientos compromisarios que acudirán a este congreso madrileño mantendrán en su totalidad la calma y no se lanzarán a un cúmulo de ataques y peticiones de responsabilidades, siendo el propio Lavilla el destinatario de muchos de ellos.

Selección de compromisarios

Por el momento, los cinco de la comisión gestora -Iñigo Cavero, Gabriel Cisneros, Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona, Antonio Jiménez Blanco y Rafael Arias-Salgado- establecieron ayer los primeros criterios para la selección de los compromisarios que acudirán a Madrid. Las asambleas provinciales del partido, sin previa reunión de asambleas locales, habrán de decidir, en un solo día, los nombres de sus enviados especiales al decisivo congreso. Estos nombres deberán estar, antes de fin de mes, en la sede nacional de UCD. El criterio básico para la selección consistirá en la asignación de un número de compromisarios en proporción al número de votos que en cada provincia obtuvo UCD en las elecciones, así como el nivel de afiliación. El número de compromisarios por provincia deberá, por tanto, variar considerablemente, y lo más pensable es que los representantes de Galicia -con todas las connotaciones especiales de la UCD gallega- dupliquen a los de Cataluña, de acuerdo con tales criterios. Esta representación dispar, en la que se priman estatutariamente los resultados electorales, concederá una fuerza especial, una vez más, a Rodolfo Martín Villa, que no sólo obtuvo su escaño en León, sino que logró que varios de sus hombres consiguiesen lo propio en otras provincias.