Bancos y cajas compraron 21.000 millones de pesetas de deuda a dos años

La emisión de deuda pública a dos años de amortización, que salió al mercado sin el apoyo de la desgravación fiscal del 15% y con un tipo de interés algo más elevado para compensar dicha ausencia, desbordó todas las previsiones que se tenían sobre el volumen a colocar.

La Administración autorizó una emisión de 20.000 millones de pesetas, ampliables en la misma cantidad que lo exigiera la demanda de títulos; se calculaba que se colocarían entre 30.000 millones y 40.000 millones de pesetas.

La realidad es que al final se superaron los 81.000 millones de pesetas, de los que algo menos de la mitad fueron suscritos por particulares y el 25% por bancos y cajas de ahorro. La cantidad de deuda comprada por los particulares se sitúa dentro de lo que se puede considerar como normal, ya que cada día es más claro que los inversores privados prefieren una rentabilidad nominal elevada a la posibilidad de tener un rendimiento mayor en función de poderse acoger a la desgravación fiscal en el impuesto sobre la renta.

Pero lo que sorprende de los datos oficiales sobre la colocación de la emisión de deuda a dos años es la importante cifra contratada por la banca privada y otras entidades de crédito -cajas de ahorro- que superan entre ambas los 21.000 millones de pesetas, de los que 17.000 millones corresponden a la banca privada.

Sorprende, porque el conjunto de la banca declaró, en el momento de salir la emisión, que un tipo de interés tan elevado -16% anual para unos títulos de dos años de vida- era peligroso ya que tiraba al alza al conjunto de depósitos existentes. La operatoria de la banca no ha sido como se esperaba e, incluso, alguno de los grandes daba por supuesto no comprar deuda, sino todo lo contrario: el 25% del total de la emisión la han suscrito bancos y cajas de ahorro.