_
_
_
_

Nueva polémica ante el anuncio de medidas de control deontológico en la radiotelevisión francesa

La radio estatal francesa France Inter ha perdido desde que los socialistas están en el poder más de cuatro millones y medio de oyentes. Estas estadísticas aproximativas que constituyen una de las piedras de toque de las críticas de la oposición al Gobierno de Mitterrand se han sabido precisamente cuando se ha anunciado la posibilidad de que los periodistas de la radio y de la televisión francesas del monopolio estatal se sometan a un catálogo de recomendaciones de orden deontológico, según ha anunciado la presidenta de la denominada alta autoridad, Michèle Cotta.

El anuncio de dicha posibilidad eriza de nuevo a las redacciones de los medios informativos del Estado, cuando aún no se han calmado las polémicas recientes, todas ellas provocadas por las intervenciones moralistas, picajosas y, en todo caso, incomprensibles de ese organismo supremo del mundo de lo audiovisual.Conviene recordar que la alta autoridad en este país ha sido instituida por el poder socialista como órgano supremo de los medios informativos del monopolio de radio y televisión. Está compuesta por nueve miembros: seis han sido nombrados por el presidente de la República y por el de la Asamblea Nacional, y los otros tres, por el presidente del Senado. Quiere esto decir que, en teoría, salvo los tres últimos (el presidente del Senado pertenece a la oposición conservadora liberal), los demás son de sensibilidad pro gubernamental. La presidenta fue nombrada por el presidente de la República.

La alta autoridad entró en funciones el pasado mes de septiembre, sus poderes son omnímodos y, en principio, debe garantizar la independencia de estos medios. Sus primeras intervenciones no han sido afortunadas. Y, lo que se considera más grave, la interpretación hecha por la alta autoridad de su misión, cuando la ha aplicado a casos concretos, hace pensar que, desde que lo decretó el ex presidente Georges Pompidou, "los periodistas de los medios audiovisuales ya sabían que eran la voz de Francia". Pero, de momento, se han convertido en periodistas sometidos a libertad altamente vigilada.

Días pasados, el líder de la oposición neogaullista, Chirac, protestó ante ese organismo por la parcialidad que, a su juicio, revelaba un reportaje sobre un sanatorio de ancianos administrado por la villa de París, de la que él es alcalde. En su respuesta, la alta autoridad le dio la razón a Chirac e inquietó a los profesionales de la RTV estatal.

Según ese organismo, su misión consiste en vigilar "el respeto al pluralismo y el equilibrio de los programas", así como la objetividad de los mismos. La autoridad estima que su trabajo le permite establecer "el equilibrio de los tiempos reservados a las dos tesis presentes" en una emisión.

Objetividad y equilibrio

Las protestas han surgido de todas partes; no se entiende que la autoridad pueda juzgar oportuna o no una información, puesto que se suprime la capacidad de informar de los profesionales. Se rechaza que la autoridad en cuestión pueda medir la objetividad y el equilibrio de las informaciones.El diario independiente Le Monde anotaba sobre esta polémica: "Todos saben, en esta profesión, que no existe un metro para medir la imparcialidad, y que la honestidad de la información reposa, principalmente, en la honestidad del profesional y en la de sus superiores. Y también sobre la actitud y las distancias que estos últimos adopten frente al acontecimiento".

Pocos días después, la alta autoridad se vio obligada a intervenir de nuevo, forzada en esta ocasión por el consejero cultural del presidente de la República, Régis Debray. Este último, en Quebec, criticó públicamente la emisión literaria de más éxito en Francia (y en Quebec igualmente, puesto que se retransmite), Apóstrofes, dirigida por Bernard Pivot. Debray entiende que el éxito que consigue esta emisión está basado en la vulgaridad. Acusó a Pivot de ser "un dictador" y "un arbitrario", porque él elige los libros que se comentan en la emisión. Y anuncié la supresión de Apóstrofes.

Todo el país literario y penodístico se levantó a una voz contra el revolucionario Debray, consejero del presidente. La alta autoridad se calló. Pero el presidente Mitterrand, que se encontraba en África, lo primero que hizo al poner pie en el aeropuerto de Orly fue declarar que "la emisión de Pivot me gusta muchísimo". Acto seguido, la alta autoridad intervino para afirmar que "la libertad de creación y de expresión de Pivot será completa".

Tras casi año y medio de gestión de los socialistas, nadie puede decir en Francia que existe menos libertad en los medios de información del Estado. Sólo los excesos demagógicos de la oposición lo hacen creer a los más ingenuos. Pero tanto la oposición como los profesionales independientes o sensibles al poder coinciden en que "es prácticamente imposible hacerlo peor". La emisora nacional France Inter, que era una de las tres grandes de la radio (con RTL y Europa 1), desde que los socialistas están en el poder ha perdido 4.500.000 de radioescuchas.

El problema de fondo que se les plantea a los socialistas con la RTV, que tienen en sus manos, es que, al considerarse como los más auténticos depositarios de la democracia, se consideran también obligados a definir las libertades en cada momento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_