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Ambiente de satisfacción entre los exiliados vascos por la escalada terrorista

Al día siguiente del atentado que, en Madrid, costó la vida al general Lago Román, en Biarritz, Bayona, San Juan de Luz y Hendaya, entre la colonia vasca independentista franco-española se vivía un clima que no tenía nada que ver con las lamentaciones, las condenas y el espanto ante el asesinato que llegan de todos los puntos de España a través de los medios informativos. Los vascos nacionalistas se cruzaban en la calle y, desde una acera a la otra, se hacían gestos o signos, como felicitándose por el atentado. Este ambiente de satisfacción era palpable en numerosos grupos de vascos simpatizantes con los etarras.La lógica de ETA podría resumirse en estas declaraciones de personas vinculadas al nacionalismo violento: "El atentado de Madrid no es una provocación a nada ni a nadie, ni un desafío. Es un acto político que se inscribe en la lucha contra el Estado español. Naturalmente que adquiere una significación específica por el momento en que se ha producido, es decir: porque ha habido un cambio de coyuntura política en el Estado español. Pero hay que insistir: el cambio se ha producido en Madrid. Para ETA no ha cambiado nada. Y es Madrid, es decir, es Felipe González, quien debe probar que hay cambio. Esto, en términos concretos, quiere decir que Felipe González tiene que demostrar, con hechos, que él tiene en sus manos el poder, y que éste no continúa en manos de los militares. Puede decirse que con la victoria de los socialistas se ha producido una ruptura democrática, pero sólo en teoría, por ahora. Es menester que se realice en la práctica. No confiamos en Felipe González. Ha votado todas las leyes represivas. Ha votado la LOAPA. Ha pedido las extradiciones. Y, ahora mismo, cuando se considera que el atentado de Madrid es un desafío, una provocación, no se dice lo mismo de las torturas, las detenciones arbitrarias de cada día en Euskadi. Esto también es un desafío de la policía a Felipe González. Se nos pide a nosotros una tregua, pero no a la policía. No, una vez más: es Felipe González quien tiene que demostrar que algo ha cambiado, que él tiene el poder, mientras tanto, nosotros seguiremos siendo los de siempre. Para nosotros, nada ha cambiado aún".

No ha habido ninguna negociación

Sobre el tema de la negociación los refugiados vascos consultados dicen: "No ha habido negociación ninguna, de ninguna especie; por otra parte, en Madrid se ha multiplicado por mil la significación de la autodisolución de ETApm, la victoria de los socialistas... Se ha dicho que todo ha cambiado, no hubo atentados durante algún tiempo... Conclusión aparente: ETA Militar está descomponiéndose. Pues no es así, sino todo lo contrario".Ahora, la negociación a partir "de un gesto de Felipe", sería posible, según círculos cercanos a ETA de personas avecindadas en el País Vasco francés, con Herri Batasuna de intermediaria. Se insiste en que, si los puntos del KAS deben servir de referencia, "todo es negociable".

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