Torras Herrería salva sus problemas de financiación
La empresa Torras Herrería y Construcciones, que encabeza el primer grupo siderúrgico catalán -con una facturación anual próxima a los 30.000 millones de pesetas-, ha superado las dificultades financieras que tuvo a principios del mes pasado y que se superpusieron a una fuerte crisis en el seno de su Consejo de Administración, evidenciada en el nombramiento de un nuevo Consejo, con Félix Navas de hombre fuerte, impugnado por el socio institucional minoritario.
Ello ha sido posible gracias a una agilización en la gestión de tesorería y con el apoyo de algunos de los principales proveedores, por lo que se espera un desarrollo completamente normal en las próximas semanas, a la espera de que la llegada de las ayudas concedidas por el plan de reconversión de los aceros comunes permita el relanzamiento de la firma siderúrgica. Sus directivos prevén que el cierre del actual ejercicio arrojará un cash-flow positivo.
La crisis financiera de uno de sus principales accionistas, el Banco Industrial de Cataluña (BIC), del grupo Banca Catalana, que ostenta el 15% del capital social, no inquieta a Torras, dado que está culminando su proceso de reordenación interna. Este consiste sobre todo en el cierre de antiguas instalaciones (la planta de Poble Nou fue clausurada este verano) y en la concentración de actividades en la planta siderúrgica de Castellbisbal, cuya productividad, de mil toneladas por hombre y año, es superior a la media japonesa del sector.
La normalización de la situación financiera de Torras no ha ido acompañada todavía del arreglo definitivo de las diferencias existentes en el seno del Consejo de Administración. Las conversaciones existentes para ello se habían visto aplazadas por la coyuntura del BIC, pero se reiniciaron ayer.
