Victoria laborista en dos elecciones parciales británicas

El Partido Laborista británico se adjudicó, en la madrugada de ayer, dos escaños en sendas elecciones parciales en Peckham, (Londres) y en Northfield (Birmingham). En este último lugar, los laboristas consiguieron, por primera vez en once años, arrebatar el puesto a los conservadores en unos comicios de este tipo.Roy Hattersley, portavoz laborista para asuntos del Interior, declaró que su partido se estaba encaminando hacia una victoria en las próximas elecciones generales. En Northfield, los laboristas ganaron, sin embargo, por una estrecha mayoría de 289 votos.

Ambas circunscripciones electorales estaban situadas en zonas obreras con elevado desempleo, especialmente en el caso de Northfield, laborista por tradición, pero donde los conservadores habían logrado una inesperada victoria, también por un estrecho margen, en las elecciones generales de mayo de 1979.

Este es, sin embargo, el primer escaño que pierden los conservadores desde la guerra de las Malvinas. El resultado podría dar que pensar a la primera ministra, Margaret Thatcher, sobre la fecha idónea para convocar las próximas elecciones generales, que han de celebrarse en mayo de 1984.

La popularidad del Gobierno conservador sigue siendo alta. Según una encuesta publicada el jueves por The Daily Telegraph, el partido de Margaret Thatcher está en cabeza con un 40,5% ole las intenciones de voto, 11,5 puntos por encima de los laboristas; en tercer lugar viene la Alianza Liberal Socialdemócrata, con un 27%. En las dos elecciones parciales, provocadas por la muerte de sus diputados, la abstención fue alta, ya que sólo votó un 57% del electorado en el mejor de los casos.

La victoria es, pues, laborista, pero un desplazamiento de un 0,5% de los votos en su favor no puede resultar muy significativo, salvo para asegurar el liderazgo de Michael Foot sobre el partido. Sin embargo, sí puede marcar el fin de la caída laborista, ahora que el partido vuelve a estar en manos del centro-izquierda.

Estos resultados no afectan prácticamente a la distribución de fuerzas en la Cámara de los Comunes. Los conservadores mantienen una cómoda mayoría absoluta de 33 de un total de 635 escaños. Los laboristas tendrán ahora 239 diputados, y liberales y socialdemócratas suman 42 escaños.