Cardenal Giovanni Benelli, arzobispo de Florencia

El cardenal Giovanni Benelli, arzobispo de Florencia, falleció en la mañana de ayer, a consecuencia de un infarto de miocardio que sufrió la semana pasada, complicado posteriormente con graves problemas respiratorios y renales. Contaba 62 años de edad.Nacido en Poggiole di Vernio (Florencia), estudió en el seminario diocesano de Pistoia y en la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma. Fue ordenado sacerdote en 1943, cuando vivía en el Seminario Francés de Roma y estudiaba teología y derecho canónico para doctorarse en la universidad gregoriana.

En 1946, Benelli se traslada a Roma, llamado por monseñor Montini, con quien había colaborado unos años antes en el apostolado de los grupos Rinascità Cristiana, pasando a ser su secretario particular. A partir de 1950 comienza su experiencia diplomática en el extranjero, trasladándose, primero, a Dublín; luego, a París, en 1953, como secretario del nuncio; más tarde, en 1960, a Río de Janeiro, y dos años después, a Madrid, en donde permaneció tres años en la Nunciatura.

De Madrid pasó a París, como observador permanente del Vaticano ante la Unesco. Participó en la Conferencia Mundial para la Erradicación del Analfabetismo y en la Conferencia para La Armonización de Programas de Educación Básica en América Central y Suramérica. De 1967 a 1977 fue sustituto del secretario de Estado nombrado por Pablo VI, quien lo empleó en la ardua tarea de apaciguar las tensiones derivadas del concilio ecuménico.

En 1973 fue atacado por el jesuita británico padre Heblethwaite, que en el semanario The Observer publicó un artículo titulado El hombre más cercano al llapa, en el que criticaba con extrema dureza la labor del cardenal Benelli. El caso fue seguido con vivo interés en medios eclesiásticos y originó acaloradas polémicas. Radio Vaticana rechazó finalmente todas las acusaciones, y el padre Arrupe, entonces general de los jesuitas, escribió una carta personal a monseñor Benelli deplorando el artículo publicado en el rotativo británico.

Fue nombrado arzobispo de Florencia y cardenal en 1977. En diciembre del pasado año volvió a la curia pontificia, al ser nombrado miembro del Consejo de Asuntos Públicos de la Iglesia, organismo de la más alta diplomacia vaticana encargado de las relaciones del Estado pontificio con los demás Estados.

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