El Ejército acatará las ordenes que vengan del poder del Gobierno, según el capitán general de Cataluña

Las declaraciones del capitán general de Cataluña asegurando que el Ejército acatará las órdenes que vengan del poder constituído; el traslado forzoso de otros cinco jefes militares destinados hasta ayer en el Estado Mayor y en la III Región Militar con sede en Valencia; la hipótesis de un golpe ciego, a la desesperada y sin salida, intentado por algún pequeño núcleo duro de los que se encuentran en situación de sectarismo ideológico exacerbado en la III, VI, VII y VIII regiones, aún más estos días plagados de toda suerte de rumores y con las previsiones de triunfo socialista, al que se atribuyen los peores propósitos revanchistas para excitar la sensibilidad de los cuadros de mando, definen las coordenadas de la jornada en este campo.

"El Ejército acatará las órdenes que vengan del poder constituido", declaró ayer a El Correo Catalán el teniente general José Antonio Sáenz de Santa María, que tiene a su mando la IV región militar con sede en Barcelona. Para el general Santa María "preguntar al Ejército cómo va a reaccionar según quien gane las elecciones es algo que considero ofensivo, incluso porque significa prejuzgar a las Fuerzas Armadas como colectividad". En su opinión "la abrumadoramente mayoritaria reacción del Ejército (en la última intentona descubierta) es la mejor prueba de que no hace falta ninguna vacuna contra eso que se llama golpismo".El jueves llegaron a Madrid los titulares de las capitanías generales de varias regiones militares, además del que fué recibido en audiencia por el Rey, Manuel Saavedra Palmeiro.

Traslados urgentes

Se cree que ayer despacharon separadamente con el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), teniente general Ramón Ascanio y Togores, para hacer un primer balance acerca de las investigaciones que les fueron encomendadas en el ámbito de sus respectivas circunscripciones al descubrirse la intentona proyectada para el 27 de octubre. Cinco órdenes consecutivas publicadas ayer en el Boletín Oficial del ministerio de Defensa con la firma del JEME disponen por aplicación del artículo 55 del reglamento de provisión de va cantes el destino con carácter forzoso de cinco jefes del Ejército pertenecientes todos al arma de Infantería, y establecen la obligación de que efectúen su in corporación con urgencia. Las órdenes de destino forzoso se refieren a los tenientes coroneles Mariano Cañas, Joaquín Rodríguez Solano, José Puig y Juan Fernández Hidalgo y al comandante Antonio Crespo. Los destinos actuales que ocupaban los afectados son los siguientes: ayudante de campo del teniente general Jaime Lluch; Estado Mayor del Ejército; disponible forzoso en la III región militar, plaza de Valencia; disponible forzoso en la III región militar, plaza de Valencia, y Estado Mayor del Ejército. Los destinos nuevos que se les asignan son, respectivamente, las zonas de reclutamiento y movilización número 24 en Huelva, número 84 en Lugo, número 77 en Oviedo, número 23 en Badajoz y número 42 en Gerona.

Estas órdenes se suman a las dictadas en días pasados sobre el coronel Sicre Canut, los tenientes coroneles Sánchez Aranda y Grande Sáenz de Cenzano y el comadante Sáenz de Ynestrillas. Todos ellos se han producido tras el descubrimiento de la intentona proyectada para el 27 de octubre. Así se confirman las informaciones adelantadas por EL PAIS en sus ediciones del viernes, 15 de octubre, sobre medidas en las regiones I, III y V, que entonces fueron desmentidas por el Centro de Relaciones Informativas y Sociales de la Defensa.

La agencia Europa Press precisa en un despacho que el teniente coronel Juan Fernández Hidalgo sufrió el pasado mes de julio un correctivo de siete días en relación con el recibimiento realizado al coronel Ibáñez Inglés, uno de los condenados del 23-F.