Los resultados del sondeo superan las previsiones de los socialistas catalanes

"Yo no me lo creo, pero coincide con lo que nos viene diciendo Alfonso Guerra: 'sacaremos doscientos diputados, pero no se lo digáis a nadie'", comentaba ayer en privado un socialista catalán con responsabilidades en la dirección federal del PSOE al referirse a la encuesta de Sofemasa que publicó ayer EL PAIS.Oficialmente, los portavoces del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) se mostraron más cautos. Así, Mercedes Aroz, responsable en la ejecutiva de relaciones con la. Prensa, declaró ayer: "Lógicamente, nos alegramos del nivel de participación que se desprende de la encuesta, que para nosotros resulta más favorable que las encargadas por el partido. Lo importante es que indica una tendencia que esperamos que se confirme". Temen los socialistas repercusiones contraproducentes; quizá por eso Aroz insiste en que hay que seguir trabajando con más intensidad que antes para conseguir la mayoría absoluta.

El primer candidato por Barcelona de Esquerra Republicana, Francesc Vicens, dijo no creer en las encuestas hechas en España. "Esa misma empresa", afirmó, "nos atribuía en las elecciones autonómicas de 1980 entre el 3% y el 4%, y obtuvimos el 9%. Estas encuestas no tienen valor científico; no se pueden comparar con las que hacen en Francia IFOP o Sofres, con muestras de sólo ochocientas personas, pero científicamente elegidas. Las 18.000 de aquí son las primeras que pasan por la Puerta del Sol o por la calle Pelayo". Aseguró Vicens que creía tan poco en estas encuestas que ni había leído la que publicó ayer este diario.

Bipolarización política

Andreu Claret, de los comités ejecutivos del PSUC y del PCE, opinó que la encuesta de Sofemasa ratificaba la ¡dea que habían expresado los comunistas reiteradamente: una importante bipolarización política entre PSOE y AP; y revelaba además que esa bipolaridad había penetrado en Cataluña con más fuerza que nunca, lo que evidenciaba una cierta desnacionalización de la política catalana. Claret añadió que las encuestas habían contribuido a esa bipolarización, que consideró negativa. "Mi experiencia electoral y la de mi partido me hacen pensar que aún hay condiciones para que el PSUC y el PCE tengan grupo parlamentario propio, si todos los que han votado tradicionalmente comunista repiten su voto. En cualquier caso, si Fraga saca cien diputados, la próxima legislatura será difícil, no sólo para los comunistas, sino también para los compañeros socialistas e incluso para la democracia".

Antoni Comas, delegado de Jordi Pujol en la secretaría general de Convergència Democràtica, recordó ayer que en 1979 otra encuesta de EL PAIS les atribuía cinco diputados, y luego obtuvieron ocho, y que en 1980 otra encuesta del diario les situaba en el tercer puesto en las elecciones autonómicas, y fueron los primeros. "Si aquellos errores se trasladan ahora a esta encuesta", añadió, "resultará que obtendremos entre quince y diecisiete diputados, lo cual sería un éxito".

Antoni Castella, de Centristes de Catalunya-UCD, y Josep Pujadas, del Centro Democrático y Social, centraron sus análisis de la encuesta en el aún elevado número de indecisos. Ambos coincidieron en que se trataba de potenciales votantes de sus respectivas opciones.

Pujadas recordó que en 1948 las encuestas daban a Truman como perdedor y, sin embargo, fue elegido presidente de los Estados Unidos. Castella aseguró que las encuestas de su partido, "absolutamente fiables", le otorgan entre 38 y 67 escaños, y que el PSOE no obtendrá la mayoría absoluta. En Alianza Popular no se creen que la mitad del voto centrista de 1979 se vaya ahora al PSOE, ni que con el nivel de indecisos que aún existe pueda afirmarse que los socialistas obtendrán la mayoría absoluta.