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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Políticos ante los subnormales

A todos los propagandistas de todos los partidos políticos: ¿qué hay para los subnormales con 3.000 pesetas mensuales de pensión?Para todos los partidos políticos, en vísperas de las elecciones, va la pregunta que encabeza la presente. ¿Por qué ningún partido político (¿hay alguno?) se acuerda de los subnormales, que perciben 3.000 pesetas mensuales desde hace unos pocos años? Sencillamente, porque no tienen voto.

Cuando se implantó tal subvención, allá por 1968, eran 1.500 pesetas y, aunque aparentemente el aumento fue espectacular -del 100%-, resulta que si miserable y ridícula era la pensión inicial, iguales calíficativos merecen las 3.000 pesetas actuales. Está muy bien, perfectísimamente, que se trate de eliminar el paro; pero, ¿no son también parados a perpetuidad los subnormales? Y no sólo eso, sino que muchos de ellos, ciegos, paralíticos cerebrales, parapléjicos, etcétera, no solamente no pueden trabajar, sino que además necesitan de una persona que les ayude para las actividades más elementales, como pueden ser vestirse, comer, higiene personal, pasar a la silla de ruedas o ir en ella, etcétera.

Señores de todos los partidos políticos, y más aún si llegan al poder: ¿por qué no piensan que con esas 3.000 miserables pesetas mensuales no se puede hacer hoy nada? ¿No creen ustedes que, por lo menos, deberían tener el salario mínimo de un obrero? Sé, desgraciadamente por partida doble, lo que representa la situación actual, ya que tengo una hija mongólica de diecinueve años, y yo soy gran inválido en silla de ruedas, a causa de un accidente. Recuerden que en todo el Estado español hay quizá más de 400.000 subnormales, cuyas familias esperan un poco de justicia. No presten atención sólo a la tercera edad, que les puede dar sus votos. Recuerden también mi petición, que representa a muchos miles más, de las 27.000 o 28.000 pesetas mensuales del salario mínimo de un obrero para esos subnormales parados, que, además de no poder trabajar nunca, necesitan de otra persona que les ayude./

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