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Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

'Western' polémico

La mayor parte de los biógrafos del director Howard Hawks califican su película Río de sangre (The big sky), realizada el año 1952, como una indiscutible muestra de su talento. Gran parte de los críticos de la época la saludaron también como un western sugestivo ("la primera tentativa auténtica de Hollywood por adecuar honestamente los acontecimientos con la geografia", en calificación del Saturday Review).

Sin embargo, la propia productora del filme, RKO, ataca ahora aquel título en función de su escaso éxito comercial, justificando tal fracaso como consecuencia del mal entendimiento que tuvo Hawks del guión escrito por Dudley Nichols.

Ambos, no obstante, habían colaborado anteriormente en una de las mejores comedias de los años treinta, La fiera de mi niña, y Nichols, por su cuenta, había escrito para Ford (La diligencia), Renoir (Esta tierra es mía), Kazan, Cukor, René Clair o Lang algunas de las películas que hoy cuentan en la historia del cine. No era, pues, un guionista torpe.

En la filmografía de Howard Hawks pueden encontrarse películas de todo tipo, pero rara vez son contrarias al proyecto que las impulsó. Su seguridad narrativa y una curiosa capacidad para enriquecer el mundo de las emociones le transformaron siempre en un valor que no decepcionaba a la industria. En el fracaso habrá que incluir el error -que tuvo RKO para creer que en 1952 había ya suficiente público sensibilizado a la ecología.

La razón que pudo tener el público para acoger con frialdad Río de sangre puede encontrarse en que la película se alejaba del tópico del género del western. Hawks y Nichols relataron con calma el largo viaje de dos personajes protagonistas que, en 1830, a través del río Missouri, viviendo diversas aventuras, se descubren unidos por un profundo sentido de la amistad.

La apología de ese afecto, que Hawks ya realizara en otras películas suyas, aunque vista también con sentido del humor, restaba virulencia a las secuencias en las que los viajeros se ven agredidos por traperos competidores, indios de varias razas y la propia geografía que les rodea. Lo que en manos de otro director podía convertirse en una simple sucesión de momentos tensos, reconocibles en la mayoría cl e las películas de acción, tuvo en la dirección de Howard Hawks un tratamiento de cierto intimismo que pudo convertir en moroso el desarrollo exterior de la película.

El balance histórico de la RKO culpa del fracaso incluso a los actores, destacando del amplio reparto sólo al secundario Arthur Hunnicutt: su encarnación de un personaje charlatán, que entretiene con las curiosas historias que narra, obtuvo, al parecer, el aplauso del público de la época, feliz de verse distraído de la lenta ascensión por el río que limita el argumento.

No coincide tampoco ese punto de vista con quienes juzgan hoy el trabajo global de Kirk Douglas. Para ellos, su trabajo en Río de sangre supone un punto álgido de su filmografía. Incluso Variety, que no defendía la película, consideró que Douglas lograba "una sincera caracterización, tan impresionante en las secuencias dramáticas como en las de comedia o acción".

De hecho, el actor se encontraba en uno de los momentos más responsables de su carrera. A esta película seguiría Cautivos del mal, aquella atractiva visión del mundo del cine que rodó Vincente Minnelli y que Televisión tiene previsto emitir en las próximas semanas. Y a ésta siguió una fecunda etapa en la que Douglas decidió producir sus propias películas (20.000 leguas de viaje submarino, Los vikingos, Espartaco ... ).

La inquietud creativa, que el actor mostraría claramente pocos años después, quedó ya insinuada en Río de sangre, título, como se ve, conflictivo y polémico, pero que no es raro ver habitualmente programado en filmo tecas y cine-clubes. Se valora positvamente cuanto en su día se consideraba torpe. Es demasiado joven el arte del cine como para que no existan tales polémicas. El punto común de acuerdo se centra en la partitura musical. Una canción de Dimitri Tiomkin, que ilustra el título de la película, es aplaudida por todos.

Río de sangre se emite esta tarde, a las 16.00, por la primera cadena.

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