Muere un manifestante polaco en Cracovia
La explosión social que registra Polonia se cobró ayer su primera víctima con la muerte en Nowa Hutta, barrio obrero de Cracovia, de una persona herida por un disparo de la policía en el transcurso de las manifestaciones del pasado miércoles.La situación es de calma en Gdansk, donde ha comenzado a aplicarse el decreto de militarización de los astilleros Lenin, cuyo primer resultado ha sido el despido masivo de trabajadores, que, según fuentes sacerdotales, alcanzará la cifra de 1.500 en los próximos días.
En el transcurso de los violentos enfrentamientos de Nowa Hutta, que provocaron la muerte de un manifestante, los partidarios de Solidaridad incendiaron vehículos policiales y levantaron barricadas. Los enfrentamientos, que comenzaron a media tarde, se prolongaron hasta primeras horas de la madrugada de ayer.
La situación es de efervescencia y la dirección clandestina de Solidaridad (TKK) trata de controlar las manifestaciones espontáneas de oposición al régimen militar.
Las noticias oficiosas sobre la insurrección civil en todo el país fueron abundantes ayer. En numerosas fábricas aparecieron pintadas contra, los nuevos sindicatos y falsos rumores -según versión oficial- sobre huelgas en la zona minera de Silesia. En la mina de Sosnowiec, la agencia ofic¡al Inter press se refirió a un supuesto intento de dinamitar las instalaciones por "un perturbado mental".
La misma agencia dijo que en la acería de Katowice una 'persona "con alteraciones psíquicas" se lanzó a un horno enarbolando la bandera de Solidaridad. En Wroclaw y Poznan, siempre de acuerdo a fuentes oficiales, se registaron intentos de huelgas en las grandes factorías. En la primera de esta, dos ciudades, la policía interrogó a 174 personas.
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