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Valencia no ha resuelto totalmente los problemas de infraestructura que la hacen vulnerable a las inundaciones

Los puestos de la Guardia Civil de Pedralba, Villamarchante, Manises y otros lugares cercanos al cauce llaman a Valencia la tarde del 13 de octubre de 1957 para comunicar que es previsible una importante crecida. Por la noche son los alcaldes de las poblaciones quienes comienzan a advertir del peligro. Las emisoras difunden avisos previniendo a la población y la Comandancia de Marina inicia medidas para prevenir una posible inundación. A partir de las cero horas del día 14 las aguas del Turia se desbordan e inundan Valencia entre escenas de pánico de la población. Ochenta y seis víctimas, entre muertos y desaparecidos fue el balance de la riada.

Veinticinco años después, algunas de las obras que se programaron por el Gobierno en 1966 dentro del llamado Plan Sur para prevenir las inundaciones han sido realizadas. La más importante fue el desvío del cauce del Turia, al sur del original y fuera del núcleo urbano de la ciudad. Sin embargo, Valencia es una ciudad situada en un terreno particularmente llano y los barrios costeros se continúan inundando cuando hay lluvias torrenciales. Este problema sólo se puede evitar con la construcción de una red de colectores de la que el Plan Sur hablaba en 1966 de forma vaga y de la que sólo se construyó la parte menos importante. Queda por realizar el encauzamiento del barranco del Carraixet, que estaba previsto pero todavía no se ha realizado.

Firma de la escritura de cesión del antiguo cauce

La fecha será conmemorada con dos acontecimientos relacionados con el suceso. Por una parte, hoy se firma escritura pública de cesión a la ciudad por parte del Estado del antiguo cauce del río, que el Ayuntamiento transformará en un inmenso jardín en virtud del proyecto realizado por Ricardo Bofill. El cauce había sido cedido hace años, pero estaba sin cumplir este trámite para formalizar la cesión.Por otra, en las inmediaciones de las Torres de Serranos, punto céntrico y característico de la ciudad, se descubrirá una escultura, obra de Ramón de Soto, encargada por el Ayuntamiento, "como homenaje a las víctimas y a todos los habitantes que sufrieron la riada y luego han sido capaces de rehacer su ciudad", en palabras del alcalde de Valencia, el socialista Ricard Pérez Casado.

Según indica Pérez Casado, "el Plan Sur contemplaba como primer objetivo una obra hidráulica de envergadura, la desviación del cauce del Turia, junto con el encauzamiento del barranco del Carraixet, situado al norte de la ciudad y que aquella noche llegó a registrar un caudal de 2.000 metros cúbicos por segundo".

"En cuanto al río, se optó por la solución Sur, que es la que se ha realizado; pero la obra hidráulica complementaria que había que haber llevado a cabo en el barranco del Carraixet, conectada, según los planes del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, con la construcción del tercer cinturón de ronda de la ciudad, todavía no se ha iniciado, pese a que el Ayuntamiento ha aportado la parte que le correspondía en la inversión".

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En el Plan estaba también previsto que, una vez realizada la obra hidráulica básica, se acometería un plan integral de colectores para la recogida de aguas hacia el Sur. "Pero", puntualiza el alcalde, "sólo se llevó a cabo hasta 1979 una pequeña parte y nos encontramos con que la zona más baja de la ciudad no tiene un sistema de colectores o los que hay son insuficientes". "A partir de entonces hemos iniciado la construcción de algunos y planeado la de otros, a la vez que hemos luchado duramente por el desbloqueo de las obras previstas para el Colector Norte, que sigue el viejo cauce y recoge aguas de muchas zonas".

Pero, pese a ser el aspecto relativo al encauzamiento del Turia, el más conocido del Plan Sur, incluía también un proyecto de infraestructura viaria que ha sido parcialmente desechado. "Ese era", dice Pérez Casado, "su segundo gran aspecto; incluía una serie de anillos concéntricos que reforzaban el carácter centralizador de la ciudad. Ello suponía cambiar el esquema de crecimiento hacia fuera trazado por los ensanches y el Camino de Tránsitos, proyectado en 1872 y que aún hoy es el cinturón más eficiente de Valencia".

En ese sentido, para el alcalde, la planificación urbanística trataba de reproducir el mismo esquema concéntrico dejando zonas sin ordenar en el interior de la ciudad y favoreciendo la densificación de la población.

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