El debate entre Pujol y el líder del PSOE levanta las protestas del resto de partidos

La casi totalidad de fuerzas políticas catalanas ha acogido de manera desfavorable la aceptacíón, por parte del presidente de la Generalitat y secretario general de Convergència i Unió (CiU), Jordi Pujol, del reto a un debate público que el líder socialista Felipe González le lanzó el domingo en un mitin de los socialistas catalanes celebrado en Reus, y han esgrimido para ello objeciones jurídicas y políticas.En el terreno político, las críticas se han situado en un doble nivel: en el plano partidista, al acusarse a CiU y a los socialistas de querer monopolizar en su beneficio la contienda electoral catalana, y, en el terreno institucional, al haber aceptado el presidente de la Generalitat descender a la arena política de la campaña catalana.

Pese a estas consideraciones, tanto socialistas como convergentes seguían ayer empeñados en la realización del debate y habían acercado posiciones en cuanto a las condiciones previas impuestas por ambos dirigentes políticos. Así, mientras el PSOE se inostraría dispuesto a que el debate: abarcase temas de ámbito genera.l, tal y como demandaba CiU, el presidente Pujol podría aceptar que el cara a cara se emitiese sólo por el circuito catalán de TVE, según explicaron a EL PAIS fuentes convergentes, que agregaron que hoy podría concretarse la fecha del programa.

Centristes-UCD, a través del número uno de su candidatura por Barcelona, el ministro Federico Mayor Zaragoza, dijo que había que ir con cuidado con los debates que "son excluyentes" y que predisponen que una fuerza política va a ganar. "Los que participan en esos debates", agregó, "lo hacen por protagonismno, divismo o porque se consideran unos prima dona".

Por su parte, el hasta ahora diputado del PSUC Jordi Solé Tura se mostró e speci alna ente duro al afirmar que los comunistas no "estamos dispuestos a ccinsentir que dos partidos monopolicen los medios de comunicación públicos -radio y televisión- can el pretexto de un desafio y vulnerando las normas electorales". Solé Tura agregó que este debete excluyente entre Pujol y Felipe González abocaría la realidad catalana a una bipolarización pelígrosa, al otorgarse CiU la representación exclusiva de los catal anohabl antes y al ir los socialistas "a la caza y captura del voto de los andaluces que viven en Catalunya". Para impedir este supuesto, el dirigente comunista dijo que eran precisos "muchos debates" entre las fuerzas políticas.

En el resto del abanico político catalán, Antonio de Senillosa, número uno del CDS por Barcelona, expresó la protesta de su grupo por darse por supuesto que los dos partidos más votados en Cataluña serían CiU y PSC, y dijo que el desafio le recordaba "la película El pistolero, en la que todos los aprendices del oficio de matón desafiaban a Gregori Peck, buscándose un nombre". Esquerra Republicana, por su parte, dijo que, si el presidente de. la Generalitat hubiese sido de su partido, les hubiese parecido "muy mal" que participase en un debate con el "cabeza de lista de la oposición española".