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El 28 de octubre, elecciones legislativas

Jordi Pujol trata de evitar un Gobierno de coalición con los socialistas tras el 28-O

Se llevan pocos días de campaña, pero comienza a verse claro que el combate electoral va a centrarse entre Convergència y los socialistas catalanes. Uno de los máximos dirigentes del partido de Jordi Pujol, el conseffer de Gobernación Macià Alavedra, lo apuntaba ayer en las que han sido prácticamente sus primeras declaraciones en estas jornadas electorales: "En estas elecciones las dos grandes opciones en Cataluña son las representadas por el nacionalismo de Convergència i Unió (CiU) y el socialismo del PSC-PSOE".

Los convergentes están convencidos de que pueden mejorar los resultados de 1979. Poseen encuestas que, como mínimo, les dan doce diputados, pero, al parecer, los sondeos revelan también que, sin subir mucho más que en las anteriores legislativas, los socialistas catalanes se mantendrán como primer partido en Cataluña. Algunos de los dirigentes de CiU hablan incluso de una diferencia de dos diputados entre ambos partidos. Esta bipolarización, reconocida por Alavedra, es lo que ha determinado el estilo de la campaña convergente. Ayer el conseller aludió a ello: "Nos parece que el Gobierno de la Generalitat ha hecho una gran tarea y resulta muy interesante vincularla a nuestra candidatura en Madrid". El mismo presidente de la Generalitat participará en el último mítin que dé CiU, según se anunció ayer.Los planes de Pujol se encaminan, al parecer, a intentar evitar lo que prevé como muy probable: que el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), con el visto bueno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fuerce un autogobierno de coalición o de amplia base entrando en el consell y dando entrada a algún partido más. Resulta curioso que la campaña de los nacionalistas de CiU esté intensamente centrada en la figura de Miquel Roca Junyent, en detrimento de otros candidatos, como Ramon Trias Fargas, que ocupa el segundo lugar, o el mismo Eduardo Punset, en el tercer puesto. Eso significa fundamentalmente que se trata de potenciar el sentido del Estado que CiU trata de darle a su política para que, si hay que pactar con el PSOE tras el 28 de octubre, Pujol pueda negociar desde una posición reforzada para intentar que, a cambio, pueda seguir el gobierno monocolor en la Generalitat.

Esta pugna entre los dos partidos mejor colocados ya se materializó ayer, cuando el primer candidato de los socialistas catalanes atacó a Miquel Roca, quien, a su vez, había retado a Felipe González a un debate televisado. Raimon Obiols salió al paso de este desafío y retó a Roca, declarando que éste intenta eludir la confrontación con los socialistas catalanes "porque teme las preguntas que le haremos, por ejemplo, sobre las razones del apoyo a UCD en temas como la colza o la OTAN".

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