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Goles y urnas

El partido de Copa del pasado miércoles en el Manzanares nos ha devaluado el primer derby madrileño de la temporada. La forzosa ausencia de Landáburu y las precarias condiciones de Votava han dejado al Atlético muy por debajo de sus posibilidades. Para Di Stéano, los problemas tampoco han sido mancos, porque un hombre básico en la delantera, Santillana, tampoco está para un festejo de este tipo. La emoción, en un principio, la aportaba el Atlético porque se le presumía un valor en alza. Sin la cabeza pensante en el centro del campo, todo hace suponer que no estará para crear demasiados problemas al Madrid, que, en casa, deberá hacer valer su presunta superioridad.El Atlético necesitaba más que nunca un resultado satisfactorio en Chamartín. La directiva se ha empeñado en recuperar a parte de los socios que abandonaron el barco cuando las ratas comenzaron a subir de la bodega. Para el Madrid, el partido de esta tarde, por lo visto, también quieren que tenga algo que ver con su administración. Hay quien se empeña en condicionar el resultado de las elecciones a los goles del equipo. Las derrotas en modo alguno pueden favorecer a los candidatos que aspiran a suceder al veterano De Carlos. Tomar la presidencia con un equipo mal situado en la tabla no puede ayudar a quienes predican la política de renovación. Para De Carlos, las derrotas serían menos trascendentes, puesto que al fin de cuentas es él, como presidente de los últimos cuatro años, el responsable de los fichajes de Portugal, García Navajas, Carcelén y Acosta, pongamos por caso. Siempre es menos duro cargar con los errores propios que con los del antecesor. No sería oportuno, además, que los jugadores tuvieran la responsabilidad añadida de la lucha electoral. Ellos están para marcar goles y no para meter papeletas en las urnas.

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