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Masivo apoyo obrero a las reivindicaciones salariales de las enfermeras británicas

Andrés Ortega

Cientos de miles de trabajadores británicos se sumaron ayer al día de acción sindical en apoyo de las reivindicaciones salariales de las enfermeras y auxiliares sanitarios de la Seguridad Social. Fue la mayor confrontación sindical hasta la fecha con el Gobierno de Margaret Thatcher. El Congreso Sindical (TUC) -con once millones de afiliados- mostró su músculo industrial, negando siempre que se tratara de una huelga general. El sector público, industrial y de servicios, fue el más afectado.

En la manifestación de solidaridad con los trabajadores de la Seguridad Social, que congregó en Hyde Park (Londres) a unas 80.000 personas, los dirigentes del TUC se sentían sumamente satisfechos de la respuesta popular a su llamamiento, recordando su fracaso en 1980. Ayer, nadie hablaba de fracaso del TUC, aunque era dificil juzgar el verdadero impacto de la huelga del día de acción.Los paros laborales variaron entre una y veinticuatro horas. Los periódicos no salieron a la calle. Dos tercios de los mineros -especialmente en Gales- no acudieron a trabajar. Muchos muelles quedaron desiertos. Algunos vuelos, en los aeropuertos, se vieron interrumpidos. Pero, en general, los transportes públicos -trenes, metros y autobuses urbanos- funcionaron con relativa normalidad, ya que habían decidido no sumarse a la huelga para poder llevar a los manifestantes a sus puntos de destino.

La enseñanza pública, primaria y secundaria, quedó paralizada. Los conductores de ambulancias de la Seguridad Social en Londres y en otras ciudades decidieron, en contra de las recomendaciones del TUC, no contestar a las llamadas de urgencia, por lo que en casos de extrema gravedad se hubo de acudir al ejército.

Según la Confederación de la Industria Británica, organización patronal, el 75% de los trabajadores acudió a sus puestos en Escocia. Las huelgas de ayer tuvieron más incidencia: en el sector público que en el privado, aunque, entre otras plantas industriales, dos fábricas Ford quedaron detenidas.

La solidaridad sindical con los trabajadores de la Seguridad Social quedó patente. El Gobierno ofrece una subida salarial de un 7% a las enfermeras y un 6% a los auxiliares. Ambos, en esta disputa laboral, que con huelgas intermitentes viene sucediéndose desde cuatro meses atrás, exigen un 12%.

Intransigencia del Gobierno

Según el secretario de Estado para servicios sociales, Norman Fowler, el Gobierno no cederá, ya que, según él, no dispone de más fondos públicos. Len Murray, secretario general del TUC, amenazó, sin embargo, con nuevas huelgas y manifestaciones si el Gobierno no concede a estos trabajadores la subida salarial que solicitan.Norman Fowler acusó a los sindicatos de utilizar el día de acción como una huelga política contra los intentos de Margaret Thatcher de recortar el poder sindical y mantener las subidas salariales por debajo del índice de la inflación, de un 8%.

En la actualidad, de hecho, estas huelgas de solidaridad son ilegales según la legislación. Apoyado asimismo por el Partido Laborista, el día de acción es quizá un augurio de una posible confrontación entre sindicatos y Gobierno, especialmente en lo que se refiere al sector público.

Fuerte crisis económica

El sector privado parece más asustado por la recesión económica que padece el Reino Unido, dominando el miedo a perder el puesto de trabajo. El paro afecta ya a un 14% -3,3 millones de personas- de la fuerza laboral británica, cifra que Fowler no recordó ayer.En Londres, unas 80.000 personas se manifestaron en Hyde Park contra el Gobierno y en apoyo de los trabajadores de la Seguridad Social. La música de la Real Orquesta Filarmónica y los colores de las pancartas vinieron a crear un cierto ambiente jovial. Miles de trabajadores se manifestaron asimismo en otras ciudades.

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