Felipe González no espera una obstrucción de los sectores financieros en caso de victoria socialista

Felipe González aseguró ayer que no esperaba una obstrucción de sectores financieros en caso de victoria socialista en las próximas elecciones. El secretario general del PSOE, que compareció ante la Prensa para explicar el programa electoral de su partido, rechazó las posibilidades de un pacto de Gobierno con el Ejército y de negociaciones Con ETA y ahogó por un "pacto de sociedad mayoritario para salir de la crisis. En lo que respecta a la política exterior, señaló en prioridades el ingreso en la CEE y el incremento de relaciones con Latinoamérica y con el entorno Mediterráneo, incluyendo los países árabes.

La conferencia de Prensa se desarrolló en el hotel Castellana y a ella concurrieron no menos de doscientos informadores. Preguntas y respuestas fueron hechas, casi sin excepción, desde la suposición de que Felipe González será el próximo presidente del Gobierno. En sus palabras de introducción, el líder socialista aventuró la posibilidad de que la campaña electoral se conforme en torno a la oferta socialista, "lo que es atípico, pues lo normal es que la campaña gire en tomo a la crítica o defensa de las acciones del Gobierno". Añadió que si no es así en este caso, se debe a que es difícil precisar qué siglas respaldan en estas elecciones la acción del Gobierno. Igualmente lamentó la falta de una representación seria del espectro político de centro-derecha.Sobre la oferta socialista, explicó que su base es generar confianza y conseguir el apoyo de los distintos sectores de la sociedad, y anunció la reducción progresiva en el horario de trabajo y en la edad de jubilación. Añadió que algunos partidos ofrecen la cuadratura del círculo, al asegurar que están dispuestos a acabar con el déficit público, reducir los impuestos, propiciar el regreso de los emigrantes y controlar la inflación.

A preguntas concretas, respondió que, en política exterior, la integración de España en la CEE será una preocupación prioritaria, "pero no obsesiva, no será el 90% de nuestra política exterior". Definió, como las otras prioridades en este campo, las relaciones con los países latinoamericanos y con los del contorno mediterráneo, incluidos los países árabes. Sobre la OTAN, reiteró sus opiniones ya expresadas: "No estamos en posición anti OTAN, sino de no integración, que no es lo mismo. No consideramos prioritario el retirar a España de la OTAN, pero sí se congelará y estudiará el tema".

A la pregunta de si es posible aventurar un pacto de Gobierno con el Ejército, Felipe González respondió con una negativa rotunda: "En el ejercicio del Gobierno se pueden producir errores, pero el peor de los errores sería no producir acciones de Gobierno. Un pacto de ese tipo sería profundamente negativo para el poder civil".

Preguntado por la posibilidad de un doble indulto a golpistas y etarras, respondió que una equiparación de ese tipo es inimaginable. Sobre la formulación en firme de las sentencias del juicio del 23-F, contestó que "lo que tendrán de bueno será precisamente su firmeza".

Sobre el programa FACA, explicó: "No sabemos cómo se ha llegado a la decisión y nos gustaría saberlo. Estudiaremos el asunto sin ningún criterio previo y decidiremos en consecuencia. No hemos participado en la feria de presiones, lo que nos da ventaja".

Los sectores financieros

Preguntado por la posible obstrucción de sectores financieros a un Gobierno socialista, contestó:"Puede ser que haya alguien que íntimamente desee sostener un pulso con un Gobierno de izquierdas, pero no creo que nadie esté preparando ninguna acción. Los sectores financieros saben más que nadie de números, y saben que crear una tensión inmovilista costaría mucho dinero". Añadió que "haremos el esfuerzo más riguroso posible por demostrar que estamos dispuestos a facilitar una recuperación económica" y señaló que el famoso modelo de sociedad no se va a ver alterado por la nacionalización del sector eléctrico. Nadie está sinceramente preocupado por la cuestión de las nacionalizaciones, aunque lo digan". Igualmente señaló que "una democracia está consolidada cuando determinados poderes viven y actúan fuera del aparato del Estado".

Igualmente dijo que hay que terminar con el hecho de que la empresa pública se haya convertido en un cementerio de fracasados en la empresa privada y aseguró que hay una bolsa de defraudación a Hacienda que como mínimo podría equivaler al 50% del déficit del Presupuesto. "Sobre esta bolsa hay que actuar con decisión".

Sobre posibles cambios en altos cargos, anunció que habrá relevos buscando más criterios de eficacia que de militancia política, y añadió que "tendremos que revisar con exquisito celo los nombramientos realizados desde el 20 de junio hasta hoy, algunos de los cuales pueden haber estado provocados más por los sectores financieros que por los ministerios correspondientes".

Sobre el terrorismo, anunció que no habrá negociación con ETA, y que para la lucha contra esta organización espera obtener mayor colaboración de otros países ("no por afinidades de Gobierno sino por toma de conciencia general del problema"), mejorar concienzudamente las técnicas policiales y privar a los terroristas de respaldo popular".

Finalizó la conferencia de Prensa expresando su deseo de que la etapa de Gobierno socialista sea recordada por sus logros en materia de enseñanza: "De todas las desigualdades, las educativas me parecen las más graves".