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Desánimo y escasas perspectivas de recuperación

El comienzo de la semana ha aportado muy pocas novedades al triste panorama bursátil, que desde algunos sectores interesados se pretende pintar a los inversores modestos. Estos, en las actuales vísperas electorales, son propietarios de un inapreciable tesoro: su voto. Y aunque afirmar tajantemente que se están pretendiendo manipular sus intereses para desviar sus preferencias políticas resulta excesivamente arriesgado, cuando no irresponsable, lo que sí es cierto es que las actuales penurias bursátiles pueden ser objeto de manipulaciones controvertidas.La única realidad es que las cotizaciones continuaron deslizándose "por un acusado plano declinante, que, por otra parte, casi todos los especialistas habían previsto con anterioridad a la convocatoria de elecciones. Los siete grandes bancos sumaban unos saldos vendedores superiores a los 425.000 títulos en el mercado madrileño, y en sus corros, con la única excepción del Popular, que durante el trancurso de la reunión sólo cedía un punto y quedaba con alguna demanda al cierre, se veían obligados a aceptar recortes en los precios de sus acciones de alguna consideración.

Los valores eléctricos fueron objeto de una animada contratación, cuyas principales protagonistas eran las abundantes órdenes vendedoras, tanto institucionales como privadas, que coiicurrían a sus corros. No obstante, hay que destacar también que el dinero actuó en contrapartida, y aunque algún entero por debajo de los cambios precedentes, accedió a tomar cantidades de títulos que no pueden dejar de resultar significativas en los momentos actuales.

De la corriente negativa genérica no se salvaba prácticamente ningún valor. El dinero que publicaba al cierre el Banco Popular y la tardía demanda que algunos atribuían al Vizcaya eran prácticamente los únicos signos optimistas que es posible destacar. Este último valor inicia hoy el plazo de entrega gratuita de una acción del Banco de Crédito Comercial por cada diez del Bancaya. La negociación de las acciones del Crédito Comercial fue suspendida también ayer, y su último precio fue del 117%. Esta sería, en opinión de algunos especialistas, la causa por la que los poco, más de 12.000 títulos de saldo vendedor que presentaba la entidad vizcaína a la hora de confeccionar los cambios se hayan convertido en unos 15.000 títulos de saldo comprador, a la hora en que los subalternos del mercado de valores madrileño se disponían a echar la llave al parqué.

El otro protagonista de la reunión fue Cementos Alba, para cuyas acciones se ha cursado una oferta pública de adquisición por parte del grupo March, quien ya detentaba la mayoría del capital de la sociedad. El precio al que se oferta pagar las acciones de la cementera es del 275%, mientras que el último cambio de sus títulos en la Bolsa de Madrid fue del 205%.

De la corriente negativa genérica que afecta a los mercados de valores nacionales resulta bastante difícil entresacar otros ejemplos favorables. En el polo opuesto, sin embargo, se observan numerosos casos, que van desde el genérico del sector de inversión, el más afectado ayer por las corrientes vendedoras, hasta los ocho puntos que perdía en Madrid el Banco de Santander, a pesar de cumplimentar en su totalidad los más de 190.000 títulos con que contaba de saldo vendedor.

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