Dirigentes de ETA Político-militar VII Asamblea desmienten la supuesta disolución del grupo

Dirigentes de ETA Político Militar VII Asamblea -el sector partidario de mantener la tregua en la lucha armada iniciada hace año y medio- desmintieron ayer a este periódico la noticia de que habían acordado disolverse oficialmente en el transcurso de una asamblea celebrada el pasado fin de semana, tal y como señalaba ayer el diario Deia. Asimismo, reconocieron como muy importante que el espectro político y las instituciones vascas en suma apoyen el actual proceso negociador en favor de las medidas de gracia que han tenido como interlocutores al Ministerio del Interior y a Euskadiko Ezquerra.

"Es lamentable", declararon textualmente a EL PAIS, "la información ofrecida por Deia, perfectamente manipulada por los intereses de sus informantes. Sabemos quiénes son y que están interesados en demostrar que no marcha la negociación".Así y todo, las mismas fuentes reconocieron que en la citada reunión se había contemplado la posibilidad de disolverse, "pero no hay nada decidido al respecto. Si algún día acordamos algo en este sentido", añadieron, "lo haremos público oficialmente de forma bien patente. Nuestras decisiones no tienen por qué ser rumores ni cuchicheos". También afirmaron que la posibilidad de disolverse como organización no representa ninguna novedad, ya que se contempló como tal en las resoluciones de la VII Asamblea, aunque una decisión de esta envergadura no se produce en tanto no se cumplan las medidas de gracia que se están negociando y se produzcan las garantías políticas de su ejecución.

En este último sentido, Euskadiko Ezkerra hizo pública la pasada semana su intención de promover dentro del Parlamento vasco la celebración de un debate encaminado a conseguir una resolución consensuada entre las diversas fuerzas políticas, en favor de las medidas de gracia, que representará el aval político de esta vía negociadora.

Confianza en el proceso negociador

El portavoz poli-mili reconoció a este periódico: "Consideramos muy importante que el espectro político, el Parlamento y las instituciones vascas en suma apoyen este proceso negociador, porque para nosotros representa una base social y política suficientemente representativa". Si esto se produjera y la marcha de las negociaciones no sufriera ninguna especial alteración -"las elecciones no interferirán, si acaso, y como va a ganar el PSOE, suponemos que se estimularán", decían- ése sería un marco más proclive a valorar la posibilidad de disolver la organización.Desmintieron también que el dirigente poli-mili Aulestia estuviera preparando su traslado a América, tal y como se decía en el citado diario. "Zotza, como todos nosotros, está preparando su vuelta a casa, a Euskadi sur. Y tanto Aulestia como el resto de exilados están dispuestos a volver porque confían en que este sistema negociador salga bien. Hasta ahora, valoramos muy positivamente el desarrollo de las negociaciones y consideramos que hay precedentes que nos ofrecen garantías".

En relación con ciertas amenazas lanzadas por ex compañeros de la VIII Asamblea, declararon tajantemente, "no nos amedrentan, en realidad creemos que estas amenazas nos ratifican a nivel político que es la nuestra la salida viable, mientras que ellos, desde su desesperación al no tener argumentos políticos, tienen que recurrir a estas fórmulas tan reaccionarias como son las amenazas a sus ex compañeros o a sus familiares, tal y como nos consta en dos casos producidos uno en Vizcaya y otro en Tolosa".

Por su parte, Juan María Bandrés, uno de los artífices de las negociaciones que se están llevando a cabo entre Euskadiko Ezquerra y el Ministerio del Interior para abrir esta vía de normalización política, reconoció ayer a EL PAIS que las negociaciones se habían suspendido durante el paréntesis veraniego de agosto, si bien ahora se les quería dar un fuerte empujón. Al parecer, una de las fórmulas que contribuirían a acelerar la vuelta a casa de muchos exiliados o presos consistiría en resolver algunos casos considerados como difíciles, que servirían para dar tranquilidad y fiabilidad.

Bandrés negó con contundencia que cualquier declaración de disolución fuera una exigencia de las propias negociaciones, ya que en la lista que se encuentra en el Ministerio del Interior hay miembros de ETA poli-mili, además de milis y autónomos. "Esto mismo demuestra que es una vía abierta a todos los que se quieran apuntar". En estos momentos, la lista la componen 74 exiliados y 26 presos.