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México no cambiará su política exterior por la crisis económica, según medios oficiales

El embajador mexicano en Washington, Bernardo Sepúlveda, dijo en la capital estadounidense que "la profunda crisis económica" por la que atraviesa México no afectará a su política exterior, especialmente la relacionada con Centroamérica. Las declaraciones del embajador Sepúlveda, uno de los principales candidatos para ocupar el cargo de ministro de Relaciones Exteriores en el próximo sexenio, son las primeras en este sentido, por parte de un alto funcionario mexicano.

Pero también fueron hechas cuando en México se anunciaba que el Gobierno había dispuesto la venta adicional de 110.000 barriles diarios de petróleo a Estados Unidos, a partir del próximo mes de octubre hasta septiembre de 1983, para cubrir el anticipo de mil millones de dólares (aproximadamente 100.000 millones de pesetas) que fueron entregados al Banco de México por concepto de exportación de petróleo.Según un comunicado de la Secretaría de Hacienda, el precio de venta del barril será fijado de acuerdo a las condiciones del mercado internacional, "pero no podrá ser mayor de 35 dólares ni menor a veinticinco dólares".

Reservas estratégicas

Lo que el comunicado no dice es que el petróleo exportado bajo esas condiciones a Estados Unidos irá a aumentar las reservas estratégicas que mantiene este país en los estados de Louisiana y Texas.El convenio que acaba de ser anunciado por las autoridades mexicanas ha sido criticado, aunque no en voz alta, por varios expertos económicos mexicanos, pues se considera que esta venta adicional, aparte de hacer más dependiente al país de sus exportaciones de petróleo, dará mayor margen de maniobra especulativa en los mercados internacionales al Gobierno de Estados Unidos.

Sin embargo, el embajador Sepúlveda negó categóricamente que el acuerdo haya sido sujeto a una negociación política. "Fue una estricta operación financiera, sin ningún tipo de condicionamiento político", dijo el embajador.

A pesar de las declaraciones del diplomático en la ciudad de México, aún no se olvidan las palabras pronunciadas por el subsecretario del Tesoro, R. T. McNamara, el día 20 de agosto, cuando dijo que Washington había obtenido de México condiciones importantes.

El Gobierno de Reagan, según el subsecretario del Tesoro, prometió en cambio por lo menos 2.000 millones de dólares (más de 200,000 millones de pesetas) en créditos, apoyo a otro crédito de 1.500 millones, concertado por un grupo de bancos europeos, y su total ayuda para que México pudiera obtener un plazo conveniente para pagar sus deudas de vencimiento a corto plazo.

Apoyos a Reagan

En círculos diplomáticos en la ciudad de México, especialmente aquellos relacionados con los bancos europeos que concedieron el crédito por 1.500 millones de dólares, se especula que el apoyo del Gobierno de Reagan a México tiene directa relación con la política de López Portillo en Centroamérica.Convencido de que las soluciones represivas en los países del área centroamericana no son las soluciones lógicas a los problemas sociales y económicos de aquellos países, el. Gobierno mexicano no vaciló, por ejemplo, en romper sus relaciones diplomáticas con el régimen de Somoza, cuando Estados Unidos intentaba por todos los medios evitar un triunfo sandinista.

Esa posición no ha cambiado y todavía sigue siendo válido en México lo expresado por López Portillo, en el sentido de que Nicaragua "no está sóla". Más aún, según palabras del propio presidente mexicano, en Nicaragua se estaría gestando el futuro de Latinoamérica, al ser este país un ejemplo para salir de etapas represivas y abrir un nuevo cauce a las soluciones sociales.

Con respecto a El Salvador, el Gobierno norteamericano aún no olvida el comunicado conjunto suscrito por Mé,xico y Francia el año pasado, en el cual reconocieron como fuerza representativa al Frente Democrático Revolucionario y a la. organización guerrillera Frente de Liberación Nacional Farabundo Martín y en el cual se señalaba que correspondía al pueblo salvadoreflo iniciar un proceso de solución política global.

Este comunicado, al ser dado a conocer, fue calificado por la Prensa mexicana como "un choque frontal con Estados Unidos y sus dictaduras aliadas", y el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, lo defendió como un sincero esfuerzo para asegurar la libre determinación del pueblo salvadoreño.

Tales conceptos son abiertamente rechazados por la Administración Reagan. Incluso ella ha dicho que "hará todo lo posible para evitar que los comunistas se apoderen del área". Para Estados Unidos, los países de Centroamerica son casi como una prolongación natural de su propio territorio, y ello justificaría una intervención -por ahora se limita a la ayuda militar y al envío de asesores-, por estar en peligro su propia seguridad nacional.

El puente entre Estados Unidos y el subcontinente es México, hasta ahora aparentemente con una política diferente a la de su gran vecino al norte del río Grande.

Pero la crisis económica y la necesidad de dólares al parecer ablandó la posición mexicana y hoy día se comenta, incluso en la Prensa mexicana, que una de las condiciones impuestas a México fue la necesidad de modificar su actitud hostil a las acciones de Ronald Reagan en Centroamérica. En todo caso, verdad o mentira, la posición mexicana no cambiará con el actual Gobierno, y seguramente López Portillo en su último informe al país (1 de septiembre) reafirmará estos principios.

La realidad de las presiones norteamericanas, si es que existieron, se conocerán sólo cuando Miguel de la Madrid asuma la presidencia el .1 de diciembre próximo.

Por otra parte, ayer se supo la participación que tendrá el Banco de Inglaterra en el crédito de emergencia de 1.850 millones de dólares que recibirá México de los bancos occidentales. Esta participación será de 140 millones de dólares.

Como se sabe, el país que más aportará será Estados Unidos con 925 millones de dólares, seguido por España, a través del banco emisor, con 175 millones.

Por otra parte, ayer se supo que el Banco de: Inglaterra tendrá una participación de 140 millones de dólares en el crédito de emergencia de 1.850 millones de dólares que recibirá México de los bancos occidentales, informa Efe. Estados Unidos participará con 925 millones de dólares y España lo hará con 175 millones. Otras contribuciones serán las de la República Federal de Alemania, Japón y Canadá.

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