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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Romero, Seco Serrano y Sender

El día 5 de los corrientes leí en su periódico el artículo del profesor señor Seco Serrano, defendiendo al señor Adolfo Suárez. Parece que el señor Emilio Romero, en Ya, le replicó de una manera no muy respetuosa al señor Seco Serrano, según la defensa que hace el, señor Luis Otaduy, de Madrid, publicada también en EL PAÍS, con fecha 22 de los corrientes.A propósito del señor Emilio Romero y de su especial manera de opinar sobre los criterios ajenos, me ha venido a la memoria que entre mis papeles guardo una réplica que el un día excelente periodista y eximio escritor, recientemente desaparecido, Ramón J. Sender escribió estando en el exilio y con el puñal clavado en el corazón por la tragedia que tuvo que pasar su esposa, finalmente fusilada por los amigos del señor Emilio Romero. La, polémica tuvo su origen a finales de los sesenta y a larga distancia. Ramón J. Sender, fino, irónico y mordaz, pero sin usar el insulto, más o menos académico, que suele emplear el señor Romero, contestó a éste, en las páginas de la revista Comunidad Ibérica, editada en México, números 44-45 (enero, febrero, marzo y abril de 1970), lo que sigue:

"Un escritor madrileño, Emilio Romero, me acusaba el otro día de tener ideas políticas atrasadas, a lo Pi y Margall (muerto en 1901). Al mismo tiempo, lo que propone, en cambio, el señor Romero es una monarquía absoluta y teocrática, con estamentos sociales fijos e invariables, como la casta del Egipto de los fáraories miles de años antes de la era cristiana".

"Y es que cuando se pierde el sentido espontáneo e instintivo de la libertad, se pierde también en materia política el sentido dé las perspectivas".

No creo, señor director, que sea necesario decir algo más que no dieta a entender nuestro y compañero Ramón J. Sender en la réplica que hemos reproducido yque forma parte de un delicioso trabajo de análisis sobre los fundamentos y protagonismos de ciertos personajes que tanto han dado de qué hablar durante esos últimos cuarenta años, en donde su libertad se ha alimentado de la esclavitud de la mayoría de sus semejantes.

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