Viaje en tren
Día 17 de agosto, 15.50 horas, sale de atocha el tren con destino a Fuenlabrada, de una forma muy lenta y tras varias paradas de unos minutos llega a unos doscientos metros de la estación de Villaverde Bajo, donde estamos parados cuarenta minutos sin ninguna explicación, a unos 42 o 43 grados de temperatura; un porcentaje muy elevado éramos trabajadores que todavía no habíamos comido, pero también viajaban criaturas pequeñas y algunas mujeres en avanzado estado de gestación.Aproximadamente a las cinco de la tarde un empleado da la orden de apearse por imposibilidad de continuar, tras varios minutos en la estación, sin más resolución por parte del jefe que varios insultos a Dios y la Virgen.
Seguimos esperando con varias respuestas inconcretas y faltas totalmente de veracidad, entonces decidimos ponernos en la vía (en nuestra opinión la única forma de solventar nuestro problema); llevábamos poco tiempo cuando un empleado da la orden de subida al tren para partir hacia Villaverde Alto, sabiendo con toda seguridad que no lo podía hacer, porque el conductor del tren que bajaba lo había dicho.
Da la orden de salida hacia Villaverde Alto, pero efectivamente a unos dos kilómetros de la salida nos quedamos paralizados y observamos como una línea está cortada y descolgada hacia la vía.
Entonces la temperatura ya era mayor, o al menos lo parecía, los críos pequeños Iloraban sin parar y una señora embarazada se desmayó, la mayor parte nos apeamos y nos fuimos recorriendo toda la vía hasta Villaverde Alto (tres kilómetros aproximadamente), donde por fin nos cogió un tren, y a Zarzaquemada llegamos a las 18.20 horas.
Yo denuncio: falta de respeto y consideración a los usuarios. Falta de humanidad. Falta de profesionalidad. Falta de coordinación y seguridad. Falta de resolución en los mandos ejecutivos.
Zarzaquemada (Madrid).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.