Enrique Tierno Galván elogia en Santander el papel moderador de Juan Carlos I

El papel moderador del Rey, que la Constitución establece y la práctica política evidencia como imprescindible para el afianzamiento y desarrollo de la democracia en España" fue analizado por el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, que ayer pronunció una conferencia sobre este tema en el palacio de la Magdalena, de Santander."Cuando las circunstancias lo exijan" -señaló Tierno Galván en la conferencia de Prensa previa a su participación en el curso sobre La Corona en las democracias occidentales europeas, que se está celebrando en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo- "es evidente que el monarca tendrá que intervenir para moderar y equilibrar no sólo posiciones distintas o enfrentadas, sino, como ya ha quedado evidenciado, devolver ese equilibrio a las instituciones que lo habían perdido por la fuerza". Pero ese poder moderador y de equilibrio de la Corona puede tener en determinadas actitudes un factor de erosión de la propia institución, en opinión del diputado y catedrático de Teoría del Estado.

Para evitarlo, Tiemo Galván sefialó que "el pueblo y los políticos no deben pedir a la Monarquía más de lo que ésta pueda dar. Entiendo", añadió, "que el verdadero peligro no está en lo que la Coronada, sino en lo que se le pide". Esta condición debe ir unida, en su criterio, al hecho de que el titular de la Corona "tenga clara conciencia del límite", precisando que, "personalmente, estoy convencido de que es así".

Esta confianza en don Juan Carlos, proviene, según Tierno Galván, no de una posición coyuntural, sino de la, consideración que con anterioridad le merecía "la difícil situación de equilibrio" que el Rey hubo de mantener entre las pretensiones del general Franco y la actitud -profundamente monárquica y democrática * de su padre, don Juan, situación que sólo podía ser superada por "una persona de talante político excepcional". Precisó, no obstante, que esa valoración positiva "se incrementa tras la lealtad inequívoca al sistema constitucional y a la democracia sustentada por don Juan Carlos el 23-F, evitando que fuera sustituida por un Gobierno de fuerza, sin la cual", afirmó Tiempo, "hoy unos estaríamos fusilados, otros en la cárcel y otros en el destierro".

La necesidad de que, "por encima de todo tipo de intereses, el titular de la Corona se mantenga en esas posiciones de compromiso con el sistema democrático evitará que, finalizada la transición democrática con la aprobación de los Estatutos de Autonomía que restan, la marcha hacia una sociedad de progreso y de madurez se haga sin que la Corona se desprestigie, se deteriore y pierda el carisma de que goza, porque", añadió el alcalde de Madrid, "la Monarquía es el fundamento para qué el proceso hacia la democracia se complete y se mantenga".