Las cárceles españolas

En EL PAIS del día 25 de julio aparecen tres artículos sobre las cárceles españolas como Tema para debate. Nos parece honorable y necesaria la preocupación, la denuncia habitual de este periódico, por el incumplimiento, en buena parte, de la ley O. G. Penitenciaria. Sin embargo, discrepamos de la forma en que, generalmente, tratan ustedes el tema carcelario, a nuestro modo de ver, simplista y tópico-paternalista, e incluso añadiendo una cierta dosis de menosprecio velado, o por lo menos desconfianza, hacia los funcionarios de prisiones en general.Puede que sea una impresión subjetiva; pero, a los que trabajamos diariamente para que se cumpla la ley O. G. Penitenciaria y amamos los valores que su periódico defiende, nos duele y desalienta la generalización de imágenes y el confusionismo que sobre la labor y situación penitenciaria se transmite, a veces, en sus informaciones.

En nuestra opinión, los tres artículos referenciados, cuyo contenido en buena parte asumimos, no constituyen en propiedad ningún tipo de debate. Parece que en este país los únicos llamados a dar su opinión, cualquiera que sea el tema de que se trate, son los juristas. En un auténtico debate sobre las cárceles habría que oír a los políticos, preguntándoles qué hacen o qué tienen programado hacer con las prisiones; oír a los responsables de la administración penitenciaria, a los jueces de vigilancia, a los criminólogos, sociólogos... y a los propios presos y funcionarios de prisiones. / director y criminólogo, respectivamente, de Ocaña II.