Los cazadores canarios causan importantes destrozos en los cables de teléfonos

Los disparos de las escopetas de los cazadores son culpables, en buena parte, de las deficiencias que se experimentan en las comunicaciones telefónicas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, fundamentalmente durante los meses de verano, según acaba de informar la delegación en la misma de la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE).

La citada compañía invierte en cada ejercicio, desde hace ya varios años, alrededor de quince millones de pesetas para hacer reparar tendidos telefónicos que se encuentren situados en zonas de cacería en las islas canarias de Tenerife, la Palma y la Gomera.

Instrucciones a los cazadores

Ante la proximidad de la apertura de la veda, que tendrá lugar este mismo mes, y el consiguiente riesgo de nuevas averías, la delegación de la CTNE se ha dirigido al gobernador civil y al presidente de la Federación Provincial de Caza para que se den instrucciones a los cazadores, a fin de que se evite al máximo disparar a las aves que se posan en los cables telefónicos, debido a los desperfectos que los impactos de escopeta producen en los mismos."Los cazadores piensan que el cable telefónico es igual de resistente que el eléctrico y disparan sin ningún reparo", señaló a EL PAIS el delegado provincial de la compañía, Julián Serrano. "Nos hemos encontrado", prosiguió, "con tendidos completamente perforados, con cartuchos de escopeta aparecidos a pocos metros del lugar. Esto representa un quebranto económico para la compañía y deficiencias en el servicio, que en última instancia sufren los usuarios".

Las perforaciones que producen los disparos de los cazadores en los cables permiten, cuando llegan las lluvias, que el agua se filtre por todo el tendido, dando lugar a un fenómeno electrolítico que hace inservible la instalación.

Hay algunas zonas de la provincia, como las situadas entre los municipios de Los Sauces y Santa Cruz de la Palma, en la isla de La Palma, y entre las localidades de Valverde y Frontera, en la isla del Hierro, que han debido ser reemplazados tres veces en los últimos cuatro años; este tipo de cable tiene un período de uso de quince años.