"Hacer una campaña apañadita durante dos o tres años"

"Al Atlético de Madrid lo mejor que le puede pasar es poder realizar una campaña apañadita durante los próximos dos o tres años". La frase pertenece a Luis Aragonés, quien institucionalizó sus canas tempranamente como entrenador del Atlético de Madrid y ahora vuelve a hacer el sacrificio de tomar la dirección del equipo. Luis Aragonés es consciente de que va a entrenar a un equipo grande venido a menos y reconoce que "se ha perdido terreno". Su trabajo choca, además, con el inconveniente de que ya no conoce a los actuales jugadores rojiblancos. Luis se enfrenta con un reto muy superior al de aquél día en que pasó de jugador a entrenador sin otro bagaje que el de un aprendizaje teórico en la escuela de entrenadores."Sé que vuelvo al Atlético de Madrid y que la gente puede llegar a pensar que sólo tengo esa experiencia. Pero nadie puede negar los títulos que he conseguido, tres en tres años y medio. Efectivamente, sé que hemos perdido terreno. Hace cinco años estaban el Real Madrid y el Barcelona; el Atlético era el tercero, pero siempre con aspiraciones al título". De Luis Aragonés, cuyo nombre se ha llegado a barajar incluso como seleccionador nacional, siempre se significó que parte de sus éxitos los consiguió por su amistad y conocimiento de los jugadores atléticos, que habían sido compañeros suyos. Esa experiencia no se repetirá en la actualidad, pese a lo cual manifiesta que "la ventaja que tiene un entrenador joven que haya sido antes jugador, y mi caso es parecido, por ejemplo, al de Clemente, es que creo que está capacitado para entender la forma de pensar del jugador actual, muy distinta al de otras épocas, porque la vida ha cambiado".

Luis no teme al Barcelona, quizás no sea su obligación porque no se podrá exigir un título "siempre tiene la mejor plantilla, pero no suele conquistar títulos", y espera que con los jugadores que le han dejado pueda hacer un papel apañado y esperar para intentar volver a convertirse en un equipo con las máximas aspiraciones".

Su talante como entrenador es toda una mezcla de actitudes psicológicas. Por una parte, siempre se le ha reconocido capacidad de entablar buenas relaciones con los jugadores, él mismo lo reconoce. Por otra, su forma de entender el juego del equipo va ligada, según sus palabras, "a la posición que ocupé siendo jugador, porque pienso que un entrenador que haya sido defensa como jugador será más proclive a tomar actitudes acordes con su pasada actividad". En este caso, basta señalar que Luis ocupaba la posición de un medio de ataque. La tercera característica de su idiosincrasia como técnico es su sentido del equipo: "la Real Sociedad ha ganado dos títulos de Liga, porque ha tenido el mejor equipo, que no la mejor plantilla. Italia, en el Mundial, no ha tenido las mejores individualidades, pero sí el mejor equipo, porque todos han luchado con un sentido de la unidad". La carencia de expectativas por mejorar la situación inmediata de la plantilla obligará a Luis a trabajar de nuevo con una, cantera de jugadores, cuya capacidad de producción está pendiente de evaluación, pues los ascendidos Marina, Manolo y Julio Prieto aún no han podido ser contrastados y sólo de Pedraza se conoce una buena temporada en las filas del Rácing de Santander. Luis no encuentra excesivas dificultades en esta cuestión, pues se reconoce como un entrenador muy interesado por la cantera. Según sus propias cifras, en el tiempo en el que estuvo de entrenador, ascendió al primer equipo a un total de dieciocho jugadores.