_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Muñoz, una esperanza

Pablo Porta y su junta directiva nombraron ayer a Miguel Muñoz seleccionador nacional. La elección no es un paño caliente a la guerra entre el Real Madrid y la Federación. Miguel Muñoz, aunque conserve para siempre su etiqueta de madridista, no es hombre, dada su personalidad, al que se le pueda adjudicar un papel balsámico. Sería además menospreciar su historial y su probada profesionalidad.Miguel Muñoz era el relevo natural en estos momentos. En el fútbol español no hay más allá de media docena de entrenadores con calificación suficiente para dirigir la selección. De ellos, algunos están enrolados en clubes. Afortunadamente, Miguel Muñoz salió la pasada temporada del Sevilla y se encontraba en situación de disponible. Muñoz tiene sobrada experiencia en el campo internacional y ha procurado mantenerse siempre bien informado respecto a las más modernas técnicas de preparación. Personalmente es dialogante y tiene la chispa suficiente para, por medio de la ironía, salir de una situación tensa.

Muñoz puede aportar a la selección la naturalidad y la serenidad que en estos momentos se necesita. El nuevo responsable del equipo nacional tiene, de entrada, el compromiso de la Eurocopa de Naciones. El Mundial de Colombia será una perspectiva a contemplar más adelante. A Muñoz le toca la misión de intentar recuperar a un enfermo. Pedirle que a las primeras de cambio lograra éxitos sería demasiado. De momento hay que concederle un margen de confianza. De Muñoz no hay que esperar revoluciones, pero tampoco cometerá grandes errores. Y además no permitirá que le manejen la aguja de marear.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_