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Los bancos continúan forzando al alza

Los mercados de valores han continuado manteniendo la trayectoria discretamente positiva con que iniciaron esta semana, gracias fundamentalmente al empuje de los bancos, que siguen aprovechando la escasez de órdenes vendedoras para generar subidas en los precios de sus acciones.Al amparo de las mejoras bancarias algunos otros sectores aislados consiguen mejorar posiciones, también basándose fundamentalmente en la escasa convicción con que los vendedores acuden al mercado. Este sería fundamentalmente el caso de las sociedades de construcción y del grupo monopolios, encabezado por Telefónica.

Si fuese cierto el tradicional axioma de que las bolsas acostumbran a anticiparse a los acontecimientos, especialmente políticos, habría que pensar en que la posibilidad de que el actual partido en el Gobierno consiga agotar la legislatura, evitando el riesgo de las elecciones anticipadas, tiene bastantes visos de realidad. Al menos en estos últimos días los especialistas bursátiles se cansan de manifestar que la única esperanza para los inversores, en un plazo más o menos breve, es que se disipen los temores !;obre la posible convocatoria de elecciones en el próximo mes de noviembre.

La situación de escaso volumen de oferta es la causa más consistente de estas subidas, pero tampoco se puede despreciar como magnitud fondo la esperanza de que se serenen los ánimos en el mundo político, y la Bolsa durante el mes de agosto atraviese una etapa de calma, que con toda seguridad será aprovechada por los grupos más importantes para generar mejoras en los precios de sus valores.

Está tan sensibilizado el mundillo bursátil o, mejor dicho, tan necesitado de creerse que UCD conseguirá llegar hasta el mes de marzo próximo, que incluso se apuntaba ayer por la mañana en el parqué madrileño que a finales del próximo mes de agosto se producirá un amplio ajuste ministerial, citando las tradicionales fuentes de todo crédito.

El contrapunto a esta supuesta euforia, que genera la acusada necesidad de impedir que continúe la trayectoria negativa de los mercados de acciones, lo constituye el comportamiento de los valores eléctricos. Los precios de estas acciones están experimentando diariamente unas oscilaciones muy moderadas, como si con ellos no fuese la fiesta.

En general se reconoce entre los especialistas más sensatos que las acciones eléctricas quedan un poco al margen de toda la farándula especulativa que constituye el resto del mercado, por su asimilación prácticamente total a los valores de renta fija. Efectivamente, las eléctricas llevan bastantes meses, incluso años, guiándose por unos criterios de estricta rentabilidad competitiva con el resto de los activos, la mayor parte de ellos de renta fija, que se ofrecen en el mercado.

Quizá por eso quienes tienen en sus carteras estos títulos no sienten la necesidad de generar mejoras aparatosas de una forma tan acuciante como lo hacen en aquellos valores cuyas rentabilidades directas no resisten la menor comparación con los pagarés del Tesoro, la deuda pública, algunas emisiones de obligaciones e incluso las propias letras de cambio.

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