Laura Clark,

una abuela norteamericana de 82 años, residente en Houston, decidió reconocerse culpable de haber plantado marihuana en su jardín con el fin de no tener que volver a presentarse ante el tribunal. La señora Clark fue arrestada a principios del pasado mayo, tras haber sido denunciada por sus vecinos. Alegó en su defensa que había plantado la hierba, desconociendo que fuera ilegal, con el único objeto de emplearla para hacer "una pomada para mis manos atacadas de artritis". La anciana, después de varias comparecencias ante el juez, decidió declararse culpable pues durante su declaración del pasado miércoles los dolores y el calor acabaron con su resistencia. "No puedo continuar viniendo aquí cada poco", dijo al tribunal la abuela Clark, que terminó recriminando a los jueces que "de todas formas encuentro que no se me ha tratado nada bien". Puede ser condenada a dos años de libertad vigilada sin que figuren en su expediente antecedentes penales.