Ferrari, a por una nueva victoria en el Reino Unido

La escudería italiana Ferrari, que venció en la última carrera del campeonato de la presente temporada, disputada hace dos semanas en Zandvoort (Holanda), tratará de repetir su éxito mañana en Brands Hatch. Si el francés Didier Pironi, primer piloto del equipo, logra repetir el triunfo, se colocará en el primer puesto de la clasificación del mundial. Pero tendrá que vencer el dificil obstáculo del británico John Watson, que tendrá al público de su lado, y de los Renault.El cambio a mejor en el Ferrari se ha debido, además del nuevo diseño del chasis, al revolucionario sistema de la caja de cambios. Esta caja de cambios, por su colocación, ha alargado la distancia entre el eje delantero y el trasero en unos cuantos centímetros, lo que mejora el comportamiento del coche en los circuitos con curvas más rápidas.

De cara a las aspiraciones al título mundial, frente al francés Didier Pironi estará John Watson. La calidad de su McLaren está suficientemente probada. Su motor, Ford Cosworth, tiene alimentación convencional, no como el del Ferrari, que utiliza un turbocompresor; pero el McLaren, menos potente y menos rápido, es más ligero y más homogéneo que el coche italiano.

Por su parte, John Watson no es un piloto tan rápido ni tan fogoso como Didier Pironi, pero, por contra, es mucho más experto que el francés. Watson comete rara vez un error de conducción. A base de afrontar menos riesgos que Pironi, el británico no suele salirse de la pista. Y, además, cuida extremadamente de su mecánica.

Su táctica de sumar puntos como sea se altera pocas veces: solamente cuando, desde su puesto de pilotaje del McLaren, John Watson es capaz de hacer un cálculo frío y ponderado de las posibilidades de mejorar posiciones a costa de riesgos que él sabe que puede asumir. Si él considera que el objetivo está a su alcance, es capaz de lanzarse a una caza a la desesperada, que rara vez le falla. En esas ocasiones, el británico es autor de remontadas espectaculares que terminan con él por delante de los demás.

Pero a todo esto hay que añadir la dificultad de la elección de los neumáticos, más compleja aún en un circuito como Brands Hatch, en el que a los problemas del trazado y del asfalto hay que añadir los de una climatología cambiante. En esa siempre difícil elección, John Watson se equivoca muy pocas veces. En este terreno sus aciertos han sido sonados, porque le han permitido conseguir victorias que, antes de disputarse la carrera, parecían inalcanzables para él y para su McLaren.

Por contra, en la última carrera, en Zandvoort, fue precisamente una pésima elección de las ruedas que convenían a su coche, a ese trazado, a las condiciones meteorológicas y a su tipo de conducción, lo que impidió que Watson pudiese participar en la lucha por los puestos de cabeza.

Una vez más, las ruedas pueden ser decisivas. Con independencia de la calidad y las condiciones del piloto, el motor y el chasis de cada coche, lo mismo que las ruedas, son determinantes. Pero, en estas últimas, la capacidad de elección por parte del piloto hace que estén más próximas a sus cualidades que a los elementos externos a él.