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La firmeza de Lavilla

( ... )El planteamiento del candidato a la presidencia del partido ha sido duro y realista. Duro porque la situación no está para andarse con paños calientes y realista porque el señor Lavilla sabe que cualquier flaqueza por su parte puede significar su combustión política definitiva. Y como él mismo aseguró en las réplicas que tuvo que dar en el seno del Comité Ejecutivo, no ha sido él quien ha pedido el "embolado" qué se le propone. En otras palabras, Lavilla quiere un comportamiento de acuerdo con el programa que va a proponer mañana al consejo político y una colaboración leal que pase por encima de las buenas palabras. Si en el curso de los próximos meses estas dos condiciones no se cumplen, devolverá no al comité político que debe elegirlo, sino a quien lo ha propuesto, es decir, a Calvo Sotelo, la presidencia del partido. Esta "condición devolutiva", como se le ha llamado en la reunión del Comité Ejecutivo, ha parecido excesiva incluso a quienes la han aceptado. El voto en contra de Martín Villa y las abstenciones por escrúpulos estatutarios de Cisneros, Pérez Miyares, Rafael Calvo y Jesús María Viana apenas tienen relieve a la hora de medir el grado de necesidad de un partido cuyo comité directivo acepta condición tan draconiana que ni siquiera está prevista en sus estatutos. De alguna manera, Lavilla ha querido demostrar que en estos momentos la disciplina necesaria para la regeneración del partido pasa incluso por encima de una normativa interna que se ha demostrado fácilmente vulnerable.( ... )Suárez, que no asistió al Comité Ejecutivo ni parece que vaya a estar en el consejo político de mañana, puede ser el eslabón de la cadena que haga perder fuerza al programa del nuevo presidente; eso sin contar que en la reunión que debe elegir a Lavilla pueden suscitarse dimensiones más numerosas que hagan que el candidato arroje la toalla. Los augurios, ciertamente, no son optimistas, pero hay que pensar que la realidad actual del partido lo es mucho menos, y que la voluntad de salvación que parece existir en el partido puede ser el impulso final que aúne voluntades.

11 de julio

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