La crisis del partido centrista

Calvo Sotelo y Suárez se contradicen sobre las presiones a UCD

Madrid - 11 jul 1982 - 00:00CEST

"Leopoldo Calvo Sotelo jamás ha pronunciado las palabras que se le atribuyen entrecomilladas en la edición de EL PAIS del sábado. En sus conversaciones con el señor Suárez y el señor Lavilla nunca se refirió a presiones externas al partido, que ni se han producido ni las hubiera tolerado". Estos son los términos de una comunicación oficial, transmitida a través de la Secretaría de Estado para la Información que el presidente del Gobierno difundió ayer en torno a la noticia publicada por este periódico bajo el título "Calvo Sotelo invocó presiones fácticas para no proponer a Suárez como presidente de UCD".

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Requerido telefónicamente acerca de los términos en que se produjo el diálogo de la trilateral a que aludía la referida información, Adolfo Suárez aseguró a EL PAIS, después de conocerse el comunicado de Calvo Sotelo, que el presidente del Gobierno incluyó entre los argumentos de aquel encuentro, celebrado el lunes día 5, la objeción de presiones nacidas en sectores muy importantes ajenos al partido que abandonarían su apoyo a UCD si el fundador recuperaba el protagonismo.El presidente Calvo Sotelo, abiertamente disgustado, se puso en contacto, a las 8.45 horas de ayer, con la Secretaría de Estado para facilitar el texto del desmentido y ordenar su tramitación. La agencia Efe, en un despacho transmitido a las 15.37 horas, señalaba que "el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, ha negado rotundamente la existencia de presiones fácticas para no proponer a Suárez como presidente de UCD". La agencia precisaba que "el presidente del Gobierno hizo esta declaración al término de la reunión del Comité Ejecutivo centrista". La reunión tuvo lugar en el complejo de la Moncloa y se inició a las diez de la mañana del sábado. El texto que se reproduce en el encabezamiento de estas líneas fué también transmitido por el teletipo a las seis de la tarde.

Según ha podido establecerse, el diálogo de la trilateral durante el que se habrían exhibido las referidas presiones ajenas, contrarias al regreso del fundador de UCD como protagonista del partido, tuvo lugar en un reservado del restaurante Zalacaín, de Madrid, a última hora del pasado lunes día 5, una vez concluído a las 22.45 horas el encuentro de fútbol entre las selecciones nacionales de España e Inglaterra.

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Medios centristas confirman la existencia de presiones contra Suárez

Viene de la Primera página Medios políticos insistían ayer en que el secretario general de UCD, Iñigo Cavero, ha mencionado ante muy diversos interlocutores la existencia de objeciones a Suárez, procedentes en especial de sectores financieros. En las páginas económicas de EL PAIS, correspondientes al viernes pasado día 9, se recogían también unas "precisiones públicas de José Antonio Segurado, vicepresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), según las cuales "los empresarios madrileños retirarían su apoyo a una UCD encabezada por Adolfo Suárez". Semejantes afirmaciones, que podrían considerarse como demostrativas de una abierta injerencia, no han merecido hasta ahora puntualización alguna de Leopoldo Calvo Sotelo ni de los órganos competentes de la Unión de Centro Democrático.

En línea con todo lo anterior, desde la capital cántabra se ha informado que el Banco de Santander ha reclamado la devolución de un crédito concedido a UCD por importe de 40 millones de pesetas con el aval de uno de los miembros del comité ejecutivo regional.

Todos los intentos para obtener la versión de Lavilla acerca del controvertido encuentro de la trilateral, resultaron infructuosos. Sin embargo, alguno de los asistentes al Comité Ejecutivo como Fernando Abril, interpreta la actitud mantenida por Landelino Lavilla como una ratificación de lo afirmado por Suárez sobre presiones fácticas con las que se habría excusado Calvo Sotelo para no formular una propuesta en favor de reintegrar la presidencia de UCD a su fundador.

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