Gastos de personal y materias primas causas de la crisis empresaria

La situación económico-financiera de las empresas habría empeorado en 1980, debido a un crecimiento importante del precio de las materias primas y de los gastos de personal, en contra de lo que ocurría el año anterior, según se desprende del examen económico-financiero de la empresa española presentado ayer por Alvaro Cuervo y Pedro Rivero en un acto organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección.Los autores del estudio, después de señalar que la muestra engloba los datos de 217 empresas, con casi medio millón de trabajadores, 550.000 millones de pesetas de recursos propios y aproximadamente 1,2 billones de pesetas de ventas, aceptaron que mostraba más la realidad de las grandes ernpresas, que suponen el 62% de las respuestas válidas de la encuesta, que la de las pequeñas y medianas.

El grado de concentración de la propiedad de las empresas sigue siendo un elemento importante a la hora de tipificar al accionista, ya que el 30% del total considerado se encuentra en manos de grupos bancarios, y prácticamente otro 60% lo poseen otras empresas, sean nacionales o extranjeras.

Las cuentas de resultados de las empresas presentan un aumento importante en el porcentaje de las materias primas sobre el nivel de ventas alcanzado por ellas junto con la evolución creciente de los gastos de personal -que suponen casi el 29% del total de ventas- y que rompen la tendencia del año anterior a una disminución de estos gastos. Por su lado, los gastos financieros, aunque siguen creciendo en relación al año anterior, muestran ciertos signos de inflexión en su tendencia de crecimiento. La disminución del volumen de ventas destinado a amortizaciones, lo que parece mostrar una imposibiliddad por parte de las empresas a la reposición de los activos, y una fuerte caída del beneficio neto, por el aumento de la participación de las materias primas y los suministros exteriores, son los datos sobresalientes del estudio presentado.

Mariano Rubio, subgobernador del Banco de España, manifestó en el acto de presentación del estudio que era cada vez más obvia la necesidad de conocer la situación financiera de las empresas y las del conjunto de la economía, marcando como datos básicos la intensa apelación de las empresas a los mercados financieros, llegando en los últimos años hasta el ahorrador privado, y las necesidades crecientes del sector público para financiar parte del déficit. Aunque las medidas de liberalización pretenden ajustar los mercados financieros a la nueva situación, manifestó Mariano Rubio, no se puede evitar una subida de los tipos de interés, como está ocurriendo en estos momentos, si no se ajusta la demanda a la oferta.

El subgobernador afirmó que se podían tomar determinadas medidas que podían "manipular" la situación a corto plazo, pero que al final sería el imercado el que estableciera el equilibrio necesario, o bien se daría paso a que entrara también la "economía oculta" en el sector financiero, como parece que tiene un lugar en el sector real.

Por último Rafael Termes, presidente de la AEB, volvió a manifestar que el crecimiento de los gastos financieros de las empresas no era la causa fundamental de la crisis por la que atraviesan éstas, como lo ponía de manifiesto el propio estudio.