Díaz-Miguel trabaja a tope de cara al Mundial

El seleccionador nacional Antonio Díaz-Miguel cuenta desde ayer con los quince hombres que convocó, y trabaja a tope con ellos para preparar el próximo Campeonato del Mundo, que se celebrará del 15 al 28 del próximo mes de agosto en Colombia. Por la mañana llegaron los jugadores de Cataluña, a excepción de Solozábal, que tenía un examen, y se incorporó por la noche. El entrenamiento de ayer por la mañana fue muy fuerte, ya que por la tarde los jugadores tuvieron descanso, porque Raimundo Saporta les proporcionó entradas para que fueran a ver a los Rolling Stones.Corbalán, Epi, Sibilio, Romay y Fernando Martín es el quinteto que se perfila como titular. Salvo el base, son hombres por encima de los dos metros. Estos ensayaron sistemas de ataque frente a los Costa, Margall, Jiménez, De la Cruz e Iturriaga. En la otra canasta estaban Tarín, Freixenet y Arcega junto con Brabender.

Duros entrenamientos

El entrenamiento fue largo y duro. El calor y el sudor fueron protagonistas. Los jugadores dejaron constancia de una buena condición física. Pese a los muchos partidos que llevan a sus espaldas, los pocos días de descanso que han tenido han sido al parecer suficientes, como demostraron el pasado sábado en el pabellón del Real Madrid. Según los entendidos en el tema, los baloncestistas tienen una capacidad de recuperación superior al resto de la mayoría de los deportistas.Hacen preparación física y ejercicios con balón. Se entrenan dos veces al día en sesiones de dos horas, mañana y tarde, y también ven películas de tácticas defensivas y ofensivas. Díaz-Miguel no para y el que está a su lado no puede dejar de trabajar. Suda, grita, se enfada, anima y aplaude indistintamente. No es fácil imaginar cómo lo vive. Junto a él, José Luis Cortés, Lluis, y Manolo Padilla, que le lleva la cuenta de todo. Los jugadores no desfallecen en ningún momento de la preparación. Díaz-Miguel sigue obsesionado con los rebotes y, sobre todo, con el contraataque, que quiere hacerlo incluso después de que se produzca una canasta.

"Andrés Jiménez está un poco tocado, pero están todos bien", comentó Díaz-Miguel, "y además no hay ningún problema". Hay disciplina, pero también flexibilidad. Los residentes en Madrid viven en sus casas.

Dentro del plan de preparación jugaran dos partidos en Toledo y Guadalajara con un equipo norteamericano, e intervendrán, antes de salir para el Mundial, en el Torneo de Palma de Mallorca.

Hay ánimo y optimismo en el equipo español, y lo que es mejor, nadie elude responsabilidades. Saben que están obligados a mucho y que se les va a exigir quizá como nunca. Hay un gran equipo, equilibrado, con altura, fuerza y clase, capaz de plantar cara a cualquier rival. La aspiración de obtener medalla estará muy supeditada al equipo que presente Estados Unidos, que no siempre se toma en serio el Mundial y más de una vez no han ido ni mucho menos los doce mejores. Junto a ellos, la Unión Soviética y Yugoslavia parecen intocables, pero España ya ha demostrado en alguna ocasión que está capacitada para ganarles.