Juan Lladó, presidente de honor del Banco Urquijo
El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, asistió ayer al entierro de Juan Lladó y Sánchez Blanco, presidente de honor del Banco Urquijo, que falleció el domingo como consecuencia de una dolencia cardíaca por la que se encontraba hospitalizado desde hacía varias semanas.Banquero, liberal en la actividad política y mecenas cultural, la actividad profesional de Juan Lladó estuvo siempre ligada al primer banco industrial del país.
Doctor en derecho, obtuvo una plaza de letrado del Consejo de Estado y, en 1933, a los 25 años de edad, entró a formar parte del Banco Urquijo; militante de Izquierda Republicana, acabó la guerra civil en Barcelona negándose a abandonar la ciudad cuando fue ocupada por las tropas de Franco. Como consecuencia de sus actividades políticas fue sometido a juicio sumarísimo salvándose gracias a la intervención de Luis Urquijo Landecho, marqués de Urquijo.
En 1944 es nombrado consejero delegado del Urquijo, puesto en el que permanece 30 años hasta que en 1974 accede a la presidencia de la entidad. Cuatro años después es nombrado presidente de honor del Banco Urquijo.
En el momento de su muerte era presidente de la Fundación Banco Urquijo, sucesora de la Sociedad de Estudios y Publicaciones que, durante años, y de la mano del filosófo Xavier Zubiri, fue un importante foco de actividades culturales en unos tiempos en los que tanto escaseaban. Sus preocupaciones culturales tuvieron una buena culminación en el rescate de la Casa de las Siete Chimeneas, actual sede central del banco que dirigió durante tantos años, edificio representativo del Madrid de los Austrias, y el palacio de Peñalva en Valencia.
