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Previsible tensión entre democristianos y 'azules' en la reunión que hoy celebra el ejecutivo centrista

Pese a todos los intentos conciliadores, parece inevitable que la reunión del comité ejecutivo de Unión de Centro Democrático (UCD), que se celebra hoy en La Moncloa, sea escenario de una confrontación entre los democristianos, con el secretario general del partido, Iñigo Cavero, a la cabeza, y los azules, representados por Juan José Rosón y Rodolfo Martín Villa. Esta era la impresión existente a últimas horas de ayer, teniendo en cuenta la gran fluidez de la situación existente en el seno del partido centrista. Una alta fuente del Ministerio del Interior declaró ayer a este periódico que, hasta anoche, Pío Cabanillas o Calvo Sotelo tenían previsto proponer la sustitución de Iñigo Cavero por Rodolfo Martín Villa.

El actual secretario general ucedista parece convencido, según indicaron fuentes cercanas a Cavero, de que los azules pretenden plantear una batalla por ocupar la secretaría general del partido y controlar, por tanto, el aparato del mismo, hoy centralizado en el cuartel general de la calle Arlabán, sede nacional de UCD.La resurrección política de Martín Villa, quien apenas hace unas semanas manifestaba semipúblicamente su intención de "retirarse" a su provincia de León, parece contar con el apoyo del presidente del Gobierno y del partido, Leopoldo Calvo Sotelo, y, por contra, con el rechazo de los democristianos, los liberales, algunos independientes y algunos suaristas -Fernando Abril cree asimismo en la necesidad de un entendimiento con el sector azul, con el propósito de "integrar de verdad a la derecha en la democracia", según señaló recientemente a este periódico.

Los socialdemócratas son el único sector ideológico que no se pronuncia ni a favor ni en contra de las posibles salidas de la crisis del partido. El ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, Luis Gámir, manifestó ayer que los socialdemócratas se mantienen a la expectativa y, en cuanto estén definidas las posturas de Leopoldo Calvo Sotelo y Adolfo Suárez, decidirán con quien aliarse.

El nuevo y mutuo entendimiento entre Calvo Sotelo y los azules, hipótesis que ayer centró las conversaciones políticas de todos los sectores centristas, fue acogido de manera diversa en el partido. Mientras los suaristas y los democristianos lo rechazaban de plano, hubo quien, como Ignacio Camuñas, interpretó la filtración como un tanteo para pulsar la reacción de las familias centristas y, a la vista del mismo, mantener o modificar la propuesta de Martín Villa para la secretaría general.

Por el contrario, una alta fuente del Ministerio del Interior, íntimo colaborador de Juan José Rosón, afirmaba ayer tarde que el citado pacto entre Leopoldo Calvo Sotelo y los azules estaba concluido, al margen de las reacciones. que pudieran suscitarse, puesto que ello se habría sopesado ya antes de efectuarlo. Esta fuente añadió, por la noche, que el ritmo de la operación podría ser más lento de lo que sus promotores pensaron en un principio.

La causa por la que Juan José Rosón ha sido excluido de la candidatura a la secretaría general del partido ha sido, en opinión de Pío Cabanillas, la inconveniencia de cambiar a un ministro que según él, ha realizado una labor positiva como titular, de Interior. A, Rosón parecen reservarlo los animadores de esta operación para las próximas elecciones generales y para ello desean que no le queme en un cargo tan controvertido.

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La inquietud de los liberales y los democristianos comenzó el pasado miércoles, cuando se recibió una petición de Calvo Sotelo para que todo el secretariado de UCI) presentase su dimisión en el comité ejecutivo. Tras una reunión con la totalidad de los miembros del secretariado, Cavero pudo comprobar que los titulares de Organización y de Acción Electoral, el liberal-garriguista Pedro López Gimenez y Jaime Mayor Oreja, respectivamente, dos de los principales responsables de la campaña electoral centrista en Andalucía, fueron los únicos que se mostraron remisos a poner su cargo a disposición del partido.

Tras la "filtración" de que Martín Villa pretende ocupar la secretaría general del partido, se inició un intenso cruce de llamadas telefónicas en las que se emplearon tonos indignados hacia la "maniobra de ese extraño entendimiento entre azules y leopoldistas", según comentó un democristiano, quien añadió que uno de los primeros en llamar a la sede cencal del partido, aparentemente molesto por el mencionado pacto, fue el ministro de Agricultura, José Luis Alvarez. No obstante, la mencionada fuente del gabinete del ministro Rosón citó precisamente a José Luis Alvarez como uno de los partícipes en la supuesta alianza "azules-Moncloa".

Tanto los democristianos como los liberales amenazaban ayer con abandonar el partido, en el caso de que se consumen los intentos de un "desembarco" de azules. Pero, mientras los democristianos contrarios a un pacto electoral con Fraga admitían la posibilidad de tender la mano hacia Adolfo Suárez -aun desconociendo la reacción que pudiera tener éste-, los liberales se mostraban partidarios de constituirse en partido aparte, tal vez unidos a Antonio Garrigues, rechazando de antemano cualquier entendimiento con el ex presidente del Gobierno. Tan sólo el liberal Camuñas, junto con los seguidores que pudiera tener, acepta integrarse en el mismo partido que los suaristas.

Otra de las incógnitas de la reunión de hoy son los planteamientos que lleven los hombres de Suárez, principalmente Agustín Rodríguez Sahagún y Rafael Calvo Ortega, ya que Adolfo Suárez ha manifestado que no piensa asistir a la misma.

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