El ministro chino de Relaciones Exteriores concluyó su viaje oficial a España

El ministro de Relaciones Exteriores de la República Popular China, Huang Hua, regresa hoy a su país después de permanecer cuatro días de visita en España, durante la cual se entrevistó con el rey don Juan Carlos, el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, y el ministro de Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca. Huang Hua ha invitado a su colega español a que visite Pekín, para proseguir el afianzamiento de las cordiales relaciones existentes entre los dos países.

Como balance de esta visita del ministro chino, se espera un incremento de los intercambios comerciales entre los dos países, que el pasado año apenas totalizaron los 160 millones de dólares, cifra que se considera especialmente pequeña dado el potencial económico de ambos países.Las relaciones entre Madrid y Pekín, caracterizadas por la normalidad en todos los campos, dada la ausencia de contenciosos entre los dos países, se vieron reforzadas por un nuevo clima de cordialidad desde la visita efectuada en 1978 a China por los Reyes de España, en su primera visita de Estado a un país socialista.

Los chinos no ocultaron su satisfacción por lo que consideraban un gesto político y diplomático de la España democrática y, frecuentemente, así lo han recordado.

A media mañana de ayer, Huang Hua y miembros de la delegación que lo acompañan fueron recibido en audiencia, en el palacio Real, por el rey don Juan Carlos. Poco después, el ministro chino se trasladó al palacio de la Moncloa, donde se entrevistó con el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, con quien analizaría durante casi una hora las relaciones bilaterales entre los dos países y la actual situación internacional.

Por la noche, Huang Hua ofreció una cena, en la embajada china, a su colega español, Pérez-Llorca, expresando nuevamente el interés de la República Popular China por los asuntos españoles y destacando las buenas relaciones y la amistad existentes entre los dos países.

Durante la estancia de Huang Hua, delegaciones económicas de los dos países han mantenido una serie de reuniones y contactos, tendentes a ampliar los intercambios comerciales y a estudiar los campos potenciales de una mayor cooperación. Durante 1981, España exportó a China por valor de 6.887 millones de pesetas, fundamentalmente productos siderúrgicos, e importó por valor de 10.260 millones de pesetas (sobre todo carne de cerdo y otros productos agrícolas).

Las nuevas áreas de cooperación económica se centran en la eventual construcción de una planta cementera por parte del INI, en la ciudad de Hua Xing, las prospecciones de Hispanoil en campos de hidrocarburos chinos y la posibilidad de adquirir

carbón chino, a cambio de la construcción por parte española de infraestructura de transporte, desde la boca de las minas a los puertos de carga. Otro campo de potencial cooperación sería la construcción naval. Los chinos, que en 1980 adquirieron barcos de pesca españoles por un total de 175 millones de dólares, están interesados en nuevas compras, pero desean unas condiciones de financiación muy favorables, difíciles de aceptar por los armadores hispanos.