Réplica al teniente Garrido
En Cartas al Director publicada en EL PAIS del 6 de junio de 1982, y bajo el epígrafe "Frustraciones de los policías", el teniente de la Policía Nacional de Pamplona Francisco Javier Garrido opina sobre lo desacertado de algunas intervenciones en la Prensa de los funcionarios del Cuerpo Superior de Policía y de los sindicatos, en relación con la problemática de la Policía Nacional y de la ignorancia del inspector Eduardo Díaz Santos al abordar o interpretar el contenido de la ley de Policía 55/78.No voy a entrar en la materia de la ley, por creer que a este respecto corresponde contestar por alusiones al inspector Díaz Santos. Quiero suponer en cualquier caso que el teniente Francisco Javier Garrido es un experto en cuestiones jurídicas, y que si se presenta ocasión, habrá lugar a establecer un cambio de impresiones sobre el particular, desde la modesta atalaya de nuestra ignorancia.
Mas en su carta hay algo que no puede pasar desapercibido, y es la preocupación del teniente Garrido por las frustraciónes de los policías nacionales, relegados a ejecución de misiones desagradables, sin posibilidad de promoción.
¡Albricias, teniente Garrido!, en este punto coincidimos. Y no solamente coincide usted conmigo, sino con la totalidad de los funcionarios del Cuerpo Superior afiliados a la USP. Y esta es precisamente una constante de nuestra filosofía, que pretende la elevación de la estimación en el concepto público de la función policial. Por eso reivindicamos el carácter civil de la Policía Nacional, y el que se arbitren los mecanismos necesarios para su promoción; por eso hemos reivindicado que su salario base sea al menos el mínimo interprofesional, extremo éste que usted en su preocupación se ha olvidado de abordar.
En todo caso, una omisión la tiene cualquiera, y no se puede tener en cuenta. Con toda sinceridad, le felicito y me felicito por esta coincidencia de puntos de vista, y espero que a esta felicitación se unan las de los policías nacionales que puedan considerarse frustrados.
Y frustrado debe considerarse quien ha ingresado en la Policía para ser policía, cobra como policía, y trabaja como albañil, zapatero, fontanero, electricista, barman, cocinero, mozo de almacén, peluquero, etcétera. Mis respetos para quien en la calle realiza estas activividades y vive para ellas. Pero en la Policía, entiendo, no se debe ni se puede ser otra cosa que policía.
En esta línea, teniente Garrido, es posible que entre todos consigamos evitar las frustraciones y encontrar un camino idóneo para la promoción de los policías nacionales. / Secretario general de la Federación Regional de Andalucía de la Unión Sindical de Policías (USP-A).
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